En el cuarto trimestre del año los tráficos portuarios ralentizaron algo su retroceso al descender un 1,7%, gracias a que, mientras los graneles, principalmente los sólidos, empeoraron en su evolución, hubo crecimientos significativos, por ejemplo de los contenedores (+4,9%), de la mercancía general (+4,4%) o del tráfico ro-ro (+1,4%).
En cualquier caso, en el conjunto del año los 543,3 millones de toneladas movidas supusieron al final un 3,3% menos que en 2022.
Sólo los pasajeros y el tráfico ro-ro cerraron el ejercicio en positivo. El resto de tráficos experimentaron significativos descensos como los graneles, tanto líquidos como sólidos (-3,7%), la mercancía general (-2,9%) o los contenedores (-4,5%), con un retroceso del transbordo del 4,9% y de la import-export contenerizada del 5,3%.