BI-711, carretera de sirga
Bilbao fue Puerto antes que Villa, como la historia nos ha enseñado, aunque nunca está de más recordarlo, sobre todo a los más jóvenes, que apenas pueden encontrar ya en la moderna Villa que es hoy, vestigios de un pasado que, no por reciente, se les antoja casi inexistente.
- 11 mayo 2021 01:00
- Última actualización
10 mayo 2021 16:44
Además de gestionar las infraestructuras, ordenar los servicios portuarios e impulsar la actividad comercial en sus muelles, compete también a las Autoridades Portuarias la gestión del ingente patrimonio histórico y cultural, además de material, que recae bajo sus competencias como órgano de la Administración del Estado.
En este sentido, el protocolo firmado ayer por la Diputación Foral de Bizkaia y la Autoridad Portuaria de Bilbao para crear un bulevar ciclista y peatonal entre Bilbao y Las Arenas (Getxo) de 7 kilómetros de longitud junto a la Ría, supone un importante logro en un modelo de colaboración interinstitucional que sitúa a la ciudadanía en el centro de sus acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), perfectamente compatibles, por otra parte, con su misión facilitadora de la actividad económica de las empresas de su entorno.
Nadie pone ya en duda que las políticas de RSC forman parte irrenunciable en las agendas de las autoridades portuarias y de empresas de todo tipo, no por un mero afán de protagonismo o por proyectar una imagen benefactora, sino por una verdadera conciencia social que, hay también que admitir, reporta beneficios en reputación corporativa que a largo plazo pueden transformarse también en beneficios económicos.
Por su parte, la ciudadanía debe conocer cómo se gestan actuaciones como la anunciada ayer por la Autoridad Portuaria y la Diputación para hacer realidad el proyecto de bulevar y de un puente móvil para uso de ciclistas y peatones entre Barakaldo y Erandio. La AP de Bilbao, como recordó ayer su presidente, Ricardo Barkala, ha facilitado el desarrollo en el entorno de la Ría y del propio Puerto de Bilbao de numerosos proyectos y actuaciones urbanísticas de interés general, la creación de paseos marítimos, el establecimiento de accesos y viarios públicos o la recuperación y apertura de nuevos espacios recreativos para la población de los municipios ribereños.
Los puertos son también bienes inmateriales, parte íntima de nuestro ser. Les debemos casi tanto como ellos a nosotros
Ahora, tiene ante sí la posibilidad de propiciar un nuevo proyecto en esta línea que llega de la mano de la Diputación Foral, para el que ha realizado previamente trámites para la desafectación de varias carreteras y espacios públicos, de cara a desvincularlos de la actividad portuaria para que pueda ser de uso ciudadano, mientras sigue siendo la administración competente en relación a la lámina de agua de la Ría de Bilbao que circunda y une por mar a los municipios ribereños.
De todas las carreteras del territorio de Bizkaia, únicamente un tramo de 3,5 km de la BI-711, a su paso por el municipio de Erandio, no es de titularidad foral o municipal, correspondiendo en este caso a la Autoridad Portuaria de Bilbao. Pronto será desafectado para permitir la creación del citado bulevar.
La BI-711, “carretera de sirga”, como recordó el diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, tendrá nuevos usos. Utilizado durante siglos por bueyes, sirgueros y sirgueras, para tirar de las embarcaciones desde tierra y durante el siglo XX por los vehículos a motor, paseantes y ciclistas podrán recorrer también a partir de 2024 sus 7 kilómetros desde Bilbao a Las Arenas.
Pero seguirá siendo siempre la BI-711, “carretera de sirga”. No me cabe ninguna duda que la Autoridad Portuaria de Bilbao y la Diputación Foral de Bizkaia sabrá recordárselo a sus futuros usuarios. Los puertos son también bienes inmateriales, parte íntima de nuestro ser. Les debemos casi tanto como ellos a nosotros.