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¡Bienvenidos inversores!

Hace algún tiempo, en una tierra muy cercana a Valencia, en el Camp del Morvedre para más señas, nació un proyecto de proyección internacional. Contaba con espacio para crecer -cientos de miles de metros cuadrados-, un puerto cerca y conexiones viarias y ferroviarias proyectadas. Además, parecía contar con el apoyo de todos los agentes económicos y políticos de la zona, sus parcelas se vendían como los buñuelos (de y sin calabaza) los días de Fallas... así que... ¿Qué podía salir mal? 

  • Última actualización
    05 noviembre 2018 17:10

Pues la crisis económica mundial. Eso fue lo que salió mal en Parc Sagunt. Decenas de miles de empresas quebraron, tuvimos que rescatar a los bancos y grandes conglomerados -de esos que crees que no caerán nunca- desaparecieron dejando tras de sí incertidumbre y parcelas por pagar.

Años más tarde, cuando la niebla comenzaba a disiparse, tuvieron que llegar los agentes económicos sanos, esos que pese a todo habían seguido trabajando a todo ritmo apoyados, sin duda, por la gestión ingeniosa e inteligente de sus dirigentes (¿a alguien le molestaba el transbordo entonces?), para reactivar el proyecto. Así, pese a quien quiera ponerse ahora las medallas, todo volvió a rodar cuando la Autoridad Portuaria de Valencia decidió adelantar la pasta por la parcela que había adquirido en Parc Sagunt. Además, de su mano, guiado por si se perdía, llegó también el macro proyecto de Mercadona -y sus proveedores-. Se permutaron parcelas, se adecuaron los permisos, se establecieron rebajas y ajustes y hasta se tuvo que montar un concurso público para la enajenación de la parcela Z1 de la Autoridad Portuaria de Valencia. Ojo. No sólo es que la APV bailara de parcela -perdiendo la de mayor valor estratégico en pro del beneficio de todos-, si no que, ahora, se veía en la obligación de sacarla al mercado porque había muchos inversores acechando con prometedores proyectos y, como agente público, no podía adjudicarla a dedo. No hubiera estado bien.

Así que meses de trabajo después, tras grandes esfuerzos por adecuar el precio de la parcela a la realidad sin perder en el camino, burocracia, ampliaciones de plazos, etc. Ayer se cerraba el plazo de presentación de ofertas en vacío. Ofertas recibidas: cero. ¿Dónde están los dos grandes operadores que no veían su futuro claro sin Sagunto?

Parece que al principal (dicen algunos que en verdad era el único) inversor, Mercadona, no le ha llegado a cuadrar el precio y las exigencias de la oferta.

La parcela Z1 salió a concurso público, a finales del mes de junio, por un importe mínimo -sin IVA- de 31.039.118 euros. No está mal, ¿no? Precio competitivo y más si tenemos en cuenta que la parcela tiene una superficie de 279.380 metros cuadrados, es la segunda más grande del parque y está ubicada junto a la adquirida por Mercadona, de 300.000 metros, en el que la empresa valenciana está construyendo su principal centro logístico del país.

De todos modos, al final la comunidad logística y el Puerto han salido ganando con esta decisión ajena. Seguro. Porque, ¿no  será mucho más interesante poder parcelar la gran parcela para atender a las demandas de los operadores que lo requieran, que vender a un único agente que, a la postre, no iba a generar más negocio que el propio -seguro que cumpliendo las directrices de la oferta, obvio-?

Está claro que el dinero contante y sonante siempre da alegría pero, bueno... ¿Quién nos dice que no puede llegar, en breve, un Amazon, un Ikea, un LG o un Inditex con ganas de apostar por la mejor ubicación del Mediterráneo para construir su centro de distribución?

Cualquier cosa puede pasar.

Fíjense, si al final de la partida, Mercadona ha dicho que no. ¿Quién no lo veía hecho?