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El segmento de portavehículos, en jaque

  • Última actualización
    06 noviembre 2024 10:24

El segmento del transporte por carretera de vehículos, conocido popularmente como portavehículos, vuelve a pasar por un momento de incertidumbre ante el estancamiento de las ventas y la producción de automóviles que se ha registrado en 2024, tal y como atestiguan los datos de asociaciones como ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones).

El presidente de Transportave, asociación que agrupa a pequeñas empresas y autónomos dentro de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), José Manuel Peña Mascuñan, apunta a Diario del Puerto Publicaciones que hay que tener en cuenta “que venimos de una situación de saturación, donde la falta de portavehículos producía serios problemas de distribución”.

Peña señala que se ha llegado a una situación, en escasos seis meses, “donde la demanda del transporte ha sufrido una caída muy importante. Nuestros propios asociados nos indican que, de seguir en esta línea durante más tiempo, este sector puede llegar a convulsionar”.

En este sentido, el CEO y fundador de Orvipal, Joaquín Vicente, indica a esta publicación que la situación actual es “de incertidumbre por el súbito estancamiento de las ventas y la fabricación que se ha producido en 2024”. Este estancamiento ha supuesto, en su opinión, “un desfase entre la inversión en equipos proveniente de la falta de capacidad experimentada en los años 2022 y 2023 y el exceso de capacidad actual en 2024”.

Asimismo, apunta que, dentro de la situación del sector de portavehículos, “el transporte internacional es menos accesible, por el retorno a la Unión Europea de flotas lituanas y del resto de países del este. Consecuencia de todo lo anterior, hay tensiones de precios que ponen en riesgo las inversiones y la sostenibilidad de los operadores”.

En su análisis, Joaquín Vicente también destaca las “dificultades en la captación de conductores, agravada por la deficiente operativa en factorías, campas y puertos por esperas y paralizaciones, así como por la problemática de los daños”.

Legislación específica

En lo referente a la evolución de la actividad del segmento en los últimos años, el CEO y fundador de Orvipal subraya la “disminución progresiva de autónomos por la falta de rentabilidad del sector, que han sido sustituidos por conductores en plantilla de flotistas”. Además, pone encima de la mesa que la legislación del transporte “no recoge las especificidades de nuestra actividad: inversiones en carrocerías cada vez más complejas técnicamente, la mencionada responsabilidad por daños, en tanto que la carga y descarga se hace por cuenta del cargador, los tiempos de trabajo, en los que se incluye la conducción, la carga y descarga y la disponibilidad y las paralizaciones por esperas en los puntos de carga y descarga. Todo ello claramente deteriora nuestra productividad”.

“Este segmento de transporte es muy complejo por lo que la evolución en cuanto a volumen y a modernización depende mucho de la demanda de cada momento y, sobre todo, de la evolución de los propios fabricantes”, destaca el presidente de Transportave.

“Vemos continuos cambios de criterio, en cuanto a normativas y en diferentes países, con lo que, continuamente, nos tenemos que ir adaptando en este sector. Eso hace que siempre tengamos que estar haciendo modificaciones, que no siempre son sencillas y que suponen, en muchos momentos, un esfuerzo que para nada es rentable y, en algunas ocasiones incluso es complicado de asumir”, añade Peña.

EN DESTACADO
Joaquín Vicente
CEO y Fundador de Orvipal

“Necesitamos una legislación adaptada a las especificidades de nuestra actividad, que no perjudique a la productividad”

José Manuel Peña
Presidente de Transportave

“Transportave está elaborando una hoja de ruta que presentaremos al sector por medio de todos los agentes que intervienen en la cadena”

Modernización de vehículos

El esfuerzo de los transportistas de vehículos se está produciendo “principalmente, en el campo de la modernización de las carrocerías y, además, en la formación e incorporación de conductores”, subraya el presidente de Transportave. De la misma opinión es el CEO y fundador de Orvipal, Joaquín Vicente, quien destaca que las principales inversiones “se están produciendo en camiones y carrocerías, buscando menores consumos, el mantenimiento de capacidad de carga pese a vehículos más grandes, altos y pesados además de invertir para incorporar equipos a bordo para monitorización y trazabilidad”.

Junto a ello, Vicente también indica a Diario del Puerto Publicaciones que se está invirtiendo en aplicaciones de gestión, digitalización, trazabilidad, protocolos a medida y un creciente intercambio de información con clientes. Además, hay mayores requerimientos de cualificación y formación del personal.

La estabilidad es la palabra más importante para Transportave en cuanto a los desafíos que afronta el sector de portavehículos “y, para ello, estamos trabajando desde la asociación, de forma que podamos dar los pasos en esa dirección con todo lo que implica”. El CEO y fundador de Orvipal divide estos desafíos en el corto plazo y el medio y largo plazo. En este sentido, en el corto plazo Joaquín Vicente señala como reto “la rentabilidad en mínimos (modo subsistencia), que pone en riesgo la sostenibilidad financiera de los operadores”. Además, añade el asunto de los conductores y los precios “inviables” en transportes internacionales.

Por lo que respecta al medio/largo plazo, Vicente destaca las tensiones por el ajuste entre autónomos y flotistas, la legislación laboral, el impacto del modelo de agencia en la distribución de vehículos y lo que puede suponer la electrificación, los vehículos autónomos o la digitalización.

Junto a ello, el CEO y fundador de Orvipal alerta de la “posible deslocalización en la fabricación de vehículos, con el impacto que puede suponer en los volúmenes y en el equilibrio con los kilómetros a recorrer en vacío”. Para finalizar, Vicente pone de manifiesto como desafíos las recogidas y entregas personalizadas y la competencia del tren y del barco “distorsionadas por la legislación y financiación favorables de la Unión Europea para estos modos de transporte”.

Hoja de ruta

Por lo que respecta a las maneras de afrontar estos desafíos, Joaquín Vicente señala la necesidad de una legislación adaptada a las “especificidades de nuestra actividad, que no perjudique a la productividad. Una legislación laboral, de responsabilidad y sobre los tiempos de trabajo y las dimensiones”.

Además, demanda una mayor “concienciación de los fabricantes e importadores en la necesidad de cooperación para adaptar nuestras empresas a sus necesidades y expectativas”. Para ello, según el CEO y fundador de Orvipal, hay que salir “de la relación pura cliente-proveedor y avanzar hacia la de ‘partners de negocio’, lo que incluye el fomento de una legislación más favorable”.

Junto a ello, apuesta por la consolidación de operadores, lo que supondría menores costes generales, mayor capacidad financiera para afrontar inversiones y mayores sinergias operativas de flujos. Finalmente, Vicente subraya la necesidad de atraer conductores al sector.

“Transportave está elaborando una hoja de ruta que presentará al sector por medio de todos los agentes que intervienen y que nos quieran escuchar, desde el fabricante al autónomo”, destaca su presidente, José Manuel Peña. Asimismo, reivindica un “diálogo fluido con todo el sector de la automoción, además de poner en valor las necesidades actuales y futuras”.

La atracción y formación de conductores también está en la mente de la Asociación. “Tenemos que encarar la formación de conductores en este segmento y, para ello, estamos preparando una memoria que trasladaremos a todas las partes de esta cadena de forma que podamos consensuar las necesidades de esa formación y que sea un diferencial dentro del resto del sector”, afirma Peña.

Junto a ello, el resto de desafíos a los que se debe hacer frente, según Peña, son los de “establecer las condiciones necesarias para que sea un segmento atractivo dentro del sector del transporte por carretera; dinamizar el proceso de transporte minimizando esperas innecesarias y que éstas sean en lugares habilitados para ello; crear la infraestructura necesaria tanto para la seguridad del propio conductor, en las acciones de carga y descarga tanto en fábrica, puerto, campas y concesionarios y, finalmente, minimizar la manipulación”.

El vehículo eléctrico, un reto también para los portavehículos

El vehículo eléctrico se ha convertido, en los últimos años, en un desafío para los transportistas de vehículos, tanto por carretera como por mar, y sus cifras siguen creciendo. “Es un reto que ya estamos afrontando desde hace un tiempo”, afirma José Manuel Peña, presidente de Transportave. De hecho, añade, “nos encontramos con un reto global entre todos los agentes ya que, en el caso del transporte, la manipulación de los propios vehículos y los protocolos de actuación que imponga el fabricante son los mínimos que tenemos que llevar a cabo”.

En este sentido, el presidente de Transportave señala que tienen “que tener en cuenta en toda la cadena logística las especificaciones de cada vehículo y tenemos que adaptar el transporte a las mismas”.

Por su parte, el CEO y fundador de Orvipal, Joaquín Vicente, subraya “el mayor peso y complejidad técnica de estos vehículos, lo que impacta en su manipulación en el transporte”. Este impacto lo sitúa en los equipos, “con un mayor peso soportado por las carrocerías y un mayor consumo de las cabezas tractoras”, y en los propios conductores, “ya que existen requerimientos de formación en manipulación y normas de seguridad”. En cuanto a la influencia de la cada vez mayor llegada de este tipo de vehículos de importación, Vicente apunta la concentración de los puntos de carga en grandes puertos de entrada, “dando a menudo lugar a colapso de las terminales con las consiguientes esperas y paralizaciones de la flota de portavehículos”.

Además, alerta de los “extraordinarios picos de carga al concentrarse, cada vez más, grandes volúmenes para distribuir a la llegada de los megabuques, lo que no permite ‘triangular’ y optimizar los movimientos habituales de la flota”.

Digitalización y sostenibilidad

En relación con ello, los operadores también están realizando inversiones en digitalización y sostenibilidad. “Estamos en continua adaptación”, afirma José Manuel Peña, “asimilando con cierta rapidez los cambios y siendo bastante dinámicos, en una adaptación, me atrevería a decir, más rápida que otros sectores”.

La inversión de los operadores en aplicaciones de gestión para el transporte, las campas o talleres, incorporando sistemas de trazabilidad en tiempo real, optimización de rutas, integración con portales de clientes o medición de emisiones, son puntos destacados por Joaquín Vicente. “Paradójicamente”, se lamenta, “nuestro sector no ha tenido ninguna opción de captar fondos Next Generation de la Unión Europea, mientras que sí lo han podido hacer el tren y el barco”.