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Cuestión de supervivencia

La COVID-19 ha trastocado la vida que hasta marzo de 2020 llevaban las empresas transitarias especializadas en transporte marítimo. 

  • Última actualización
    29 noviembre 2021 10:57

El inicial shock de oferta y el posterior shock de demanda pusieron patas arriba los modelos de gestión y operativos de estos operadores logísticos. La pandemia ha dejado un panorama en el transporte marítimo muy complicado. Fletes por las nubes, congestión en los grandes puertos intercontinentales que provocan retrasos en la entrega de las mercancías, tensiones en la cadena logística que amenazan con quebrarla día sí y día también… Y en medio de todo este panorama, los transitarios.

Con el estallido de la crisis, el papel que jugaban estas empresas ha dejado de estar claro. ¿Son gestores operativos? ¿Contratistas de transporte?

¿Operadores logísticos integrales? ¿Simples intermediarios? ¿O todas estas cosas al mismo tiempo?

Lo cierto es que la supervivencia y crecimiento del sector va a depender no sólo de la capacidad de adaptación de los transitarios a este nuevo panorama internacional, sino sobre todo de su tamaño, de su posicionamiento global y de la capacidad de reacción que tengan ante las necesidades cada vez más acuciantes de sus clientes.  En ese sentido, su capacidad de negociación ante las navieras, que en los últimos meses se han erigido en las verdaderas protagonistas de la cadena de suministro marítimo a nivel internacional, va a ser el punto crítico que va a decidir su presente y futuro.

Parece claro que las grandes transitarias globales tienen asegurada su supervivencia, sobre todo por su amplio conocimiento del mercado a nivel internacional y por su capacidad para poder prestar servicio en prácticamente cualquier parte del mundo.  Sin embargo, serán las pymes del sector las que más deban trabajar para mantenerse en pie. A su supervivencia puede ayudar el hecho de que habrá empresas cargadoras que no puedan implementar un departamento propio de transporte y logística por el alto nivel de especialización que requiere. Sólo el tiempo lo dirá.

El alto nivel de los fletes, la congestión de los grandes puertos mundiales -sobre todo los de Estados Unidos-, la falta de contenedores y la campaña de Navidad mantienen a la cadena de suministro global en tensión. Y el comercio mundial sigue creciendoEn marzo de 2020, la pandemia paralizó la economía mundial. La producción y el consumo se redujeron súbitamente en todo el mundo y el comercio internacional parecía estar en camino de un declive prolongado. Ese mismo verano, sin embargo, el comercio mundial de mercancías comenzó a recuperarse, sobre todo el relacionado con las economías asiáticas. A finales de año, el comercio ya se recuperaba con fuerza en muchos países y sectores. En la primera mitad de 2021 siguió creciendo, a medida que se recuperaban las cadenas de valor mundiales y aumentaba la demanda en las economías avanzadas.Se espera que el comercio mundial continúe creciendo durante 2021 ya que, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los datos preliminares para el primer semestre de 2021 indican un aumento en el valor del comercio de mercancías de alrededor del 30% en comparación con 2020 y de alrededor del 15% en comparación con 2019.La UNCTAD proyecta que el comercio se recuperará aún más durante la segunda mitad de 2021. En general, para 2021 se prevé que el valor del comercio mundial sea aproximadamente un 20% y un 28% más alto que en 2019 y 2020, respectivamente.Haciendo rápido ejercicio deductivo, a mayor comercio, mayor actividad para los transitarios. Sin embargo, no es así. El mercado del transporte marítimo de contenedores vive un momento convulso a escala global, con unos fletes disparados, congestiones en numerosos puertos y terminales y una falta estructural de equipo, que está provocando constantes interrupciones en la cadena suministro y el empeoramiento de la calidad del servicio.