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Desconcierto en la estiba al volver a quedar en el aire el proceso de culminación de la reforma

Los peores temores volvieron a cumplirse el viernes en el sector de la estiba. Tras varios meses apremiando al Gobierno para culminar la reforma, ante el temor de un posible adelanto electoral, el viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que habrá Elecciones Generales el 28 de abril, pillando de nuevo a medio camino al mundo de la estiba.

  • Última actualización
    17 febrero 2019 22:49

Según fuentes consultadas por este Diario, la situación el viernes en el seno de la patronal y los sindicatos era una mezcla de desconcierto y frustración por verse de nuevo arrojados a un escenario incierto, aferrándose, eso sí, a la posibilidad de que aún quede margen para alguna solución de urgencia en las dos semanas que le quedan de vida a las presentes Cortes Generales.

En cualquier caso, el viernes al cierre de esta edición patronal y sindicatos seguían sin tener fecha confirmada para una nueva reunión de la mesa negociadora, tras el último encuentro del 23 de enero.

Entonces Fomento se comprometió a convocar a las partes en este mes. No obstante, esa convocatoria aún no se ha producido, si bien desde el viernes es aún más necesaria si cabe, según las fuentes consultadas, ya que patronal y sindicatos esperan que el Gobierno dé una explicación concreta de en qué situación queda ahora mismo el proceso de reforma al anunciarse las elecciones.

Tras diversos retrasos y avatares el Gobierno de Mariano Rajoy tenía previsto aprobar en junio de 2018 el real decreto de desarrollo reglamentario de la reforma de la estiba.

La moción de censura de Pedro Sánchez paralizó esta tramitación, no retomando el nuevo Gobierno el asunto hasta octubre del año pasado, cuando se inició una mesa negociadora entre Coordinadora, ANESCO, Fomento y el portavoz socialista César Ramos en la que se han venido celebrando reuniones mensuales, la última es la citada del pasado 23 de enero.

A lo largo de estas reuniones el Gobierno se abrió a las demandas de los agentes sectoriales; se posicionó a favor de tramitar la culminación de la reforma pero no mediante un simple real decreto, sino mediante una norma con rango de ley; accedió a modificar la ley de ETTs; facilitó la inclusión en el Proyecto de Presupuestos de una partida para prejubilaciones; e insistió en recabar la posición favorable de la Comisión Europea, que en enero todavía no había llegado. A partir de aquí, nada se ha concretado y no parece que ya quede tiempo.