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El futuro de la movilidad pasa por modificar el mix gasolina-diésel en favor de la electricidad

Para poder alcanzar una movilidad sostenible es necesario que se reduzca el uso del diésel, siendo hoy en día el principal carburante del parque de vehículos en España.

  • Última actualización
    16 noviembre 2021 18:00

Así se puso de manifiesto ayer en Madrid durante la celebración del IV Foro Corell sobre "Movilidad Sostenible, Conectada y Económicamente Viable", donde el profesor titular del departamento de ingeniería civil, transporte y territorio de la Universidad Politécnica de Madrid, Alberto Camarero, presentó los avances del Observatorio de la Transición Energética de la Movilidad (OTEM), que se engloba dentro del think tank de movilidad de la Fundación Corell.

El estudio, a través de un indicador, pretende hacer una comparativa entre los techos de emisiones establecidos por la Administración para alcanzar los objetivos de descarbonización fijados por Europa para 2050 y las emisiones reales en el presente, concluyendo que para 2023 todavía no se cumplirá ninguno de los objetivos de bajas emisiones, que se centran en la penetración de carburantes alternativos al diésel en el transporte por carretera.

Como solución, el OTEM propone renovar el parque aumentando el número de vehículos industriales propulsados por gasolina y los eléctricos en detrimento del diésel e, incluso, dejar todo el espacio a la electrificación y al hidrógeno verde.

Variedad de opciones

El mensaje de la mesa “Movilidad sostenible: Combustibles de transición y producción de vehículos”, celebrada ayer en el marco del IV Foro Corell, fue claro: hay muchas opciones de combustibles para alcanzar los objetivos de movilidad sostenible.

La opción más repetida fue la electrificación de vehículos, tanto de la batería como con el uso de la pila combustible, ya que es una de las alternativas que más se está implementando en las flotas, aunque todavía pasarán años hasta su completa integración, según apuntaron los expertos. 

EL DATO

90.000MILLONES DE EUROS. El parque de vehículos industriales, con una media de edad de 13,1 años, necesita una completa renovación, que costaría 90.000 millones de euros, según el OTEM.

Por otro lado, el uso de combustibles renovables como el hidrógeno y los e-fuels o combustibles sintéticos, y de biocombustibles como el biometano, el biodiesel y el bioetanol, también se configura como una alternativa efectiva en la reducción de gases contaminantes, así como el gas natural, tanto comprimido como licuado.

No obstante, el catedrático del Instituto CMT-Motores Térmicos, Francisco Tinaut, dejó claro que todas las opciones de combustibles tienen costes asociados, ya bien sea por su producción, por la creación de las infraestructuras para el repostaje, por la producción del vehículo en cuanto a sistema de propulsión, o por el impacto de CO2.

Por ello, instó a hacer un estudio pormenorizado de las opciones para elegir la más adecuada en la consecución de los objetivos de cara a la agenda 2030, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida de los vehículos y no solo la etapa de uso o thank-to-wheel.