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En letra y espíritu

Ya sé que es mucho pedir pero al menos podrían haber tenido un guiño hacia este sector nuestro de la logística y el transporte de mercancías que, por pedir, ya tan sólo pide que se le tenga en cuenta. No más de lo que se merece pero al menos sí lo que es justo. Y que se le tenga en cuenta al menos en la letra, que pedir que lo sea en el espíritu ya son palabras mayores. 

  • Última actualización
    07 septiembre 2020 14:55

Publicó ayer el Boletín Oficial del País Vasco el Decreto 18/2020 de creación, supresión y modificación de los Departamentos de la Administración de la Comunidad Autónoma del País Vasco y de determinación de funciones y áreas de actuación de los mismos. Pues bien,  a lo largo de las 14 páginas en las que se relacionan dichas funciones y áreas de actuación en torno a los 11 departamentos que componen el nuevo Gobierno Vasco, no se encuentra ni una sola mención a la Logística o a las Mercancías. Por el contrario, el “Fomento y promoción de la artesanía” sí parece gozar del reconocimiento de la Administración pública vasca, algo que estimo justo y necesario, pero que contrasta con el olvido que sufren habitualmente los asuntos de la logística por parte de los gestores públicos.

El Gobierno Vasco ha definido una estructura departamental con la asignación al de “Planificación Territorial, Vivienda y Transportes”   de las atribuciones en materia de ferrocarriles; red viaria; transportes terrestres, marítimos, fluviales y por cable; helipuertos y aeropuertos. El transporte está escrito, negro sobre blanco, en el Decreto, pero en el espíritu de la letra sólo parece subyacer el transporte de pasajeros. ¿Tanto hubiera costado añadir entre las funciones o áreas de actuación una referida a “Política Logística” o “Estrategia Logística”?    Con estas dos simples palabras el sector logístico entendería que la Administración pública exterioriza con letras e interioriza en espíritu, el valor estratégico que la logística y el transporte de mercancías tienen para contribuir a la recuperación económica.

La decisión de mantener Puertos y Asuntos Marítimos en manos de Tapia y de delegar en Arriola las funciones de Transportes no es casual ya que la transferencia de la gestión del Puerto de Bilbao y la descatalogación del de Pasaia como de interés general siguen siendo reclamadas por el Gobierno Vasco y son parte sustancial de la negociación de las competencias pendientes de ser transferidas

Más allá de que las palabras signifiquen algo más que la simple suma de sus letras, lo cierto es que la remodelación del Ejecutivo de Íñigo Urkullu pone de manifiesto el importante valor estratégico  que el PNV otorga a dos infraestructuras clave como los puertos de Bilbao y Pasaia,   al conservar el nuevo departamento que dirige Arantxa Tapia el área de Puertos y Asuntos Marítimos y, por ello, la facultad para proponer los nombres de los presidentes de las Autoridades Portuaria respectivas.

Ricardo Barkala ve garantizado así su continuidad al frente del Puerto de Bilbao, circunstancia que no hubiera sucedido de mantenerse Puertos y Asuntos Marítimos en la estructura de Transportes, que pasa al socialista Iñaki Arriola, consejero de Transportes en el Gobierno de Patxi López de 2009 a 2012.

La decisión de mantener Puertos y Asuntos Marítimos en manos de Tapia y de delegar en Arriola las funciones de Transportes no es casual ya que la transferencia de la gestión del Puerto de Bilbao y la descatalogación del de Pasaia como de interés general continuan siendo reclamadas por el Gobierno Vasco como parte sustancial en el marco de la negociación de las competencias pendientes de ser transferidas.

Por su parte, Arriola tiene, casi diez años después, una nueva oportunidad para demostrar que existe el transporte de mercancías, más allá de los viajeros y del tren de alta velocidad que le tocará poner en marcha en esta nueva legislatura.