Las bobinas fueron trasladadas en góndolas desde planta a puerto, donde se procedió a su carga y trincaje en contenedores tipo flat rack de 20 y 40 pies. Cada una de las bobinas, de 4 metros de diámetro y 2,5 metros de ancho, tienen un peso de 13.000 kilos. Las bobinas salieron desde Barcelona hacia el Puerto de Santa Cruz de Tenerife en el que, una vez en tierra, fueron trasladadas a vehículos especiales para realizar el trayecto final y ser entregadas en Arico y Granadilla.El soterramiento de estas líneas de alta tensión se enmarca dentro del plan de la administración canaria que tiene por objetivo alcanzar la independencia energética del archipiélago.