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Excelentísima Señora

Doña Raquel Sánchez Jiménez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España, 

  • Última actualización
    12 julio 2021 22:32

Le felicito muy sinceramente por su reciente nombramiento, en el deseo y en la confianza de que sabrá poner todo su empeño y conocimiento al servicio de los intereses de los ciudadanos y ciudadanas de este país, y muy especialmente de las personas que, en mayor o menor medida, dependen de unas políticas públicas acertadas y justas tanto para la mejora de su calidad de vida como de su desempeño profesional.

Le reconozco que jamás había oido hablar de usted hasta que este pasado sábado la alerta enviada por Diario del Puerto a mi teléfono móvil me puso al corriente de su designación como ministra. Supongo que no soy el único a quien su designación ha causado sorpresa, tanta como la salida del Gobierno de su antecesor en el cargo, José Luis Ábalos, a quien, he de decirle, su condición de secretario de Organización del PSOE le privó de dedicarse plenamente  al servicio público en el ejercicio de sus funciones como ministro del ramo, tal y como administrados y administradas hubiéramos deseado. Por eso, sabrá comprender que no haya lágrimas, desconsuelo ni rasgaduras de camisa en su despedida por parte de quienes esperábamos algo más de un servidor público. 

Me alegra saber que usted tendrá dedicación plena para dirigir un ministerio que sólo desde 2020 tiene por primera vez a Transportes en su frontispicio:  Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. “Este ministerio es la punta de lanza de la recuperación económica”, dijo usted ayer en el acto de intercambio de carteras ministeriales, con Ábalos a un lado y la cartera ministerial de cuero de ternera, forrada con piel de cerdo y grabados en bronce, encargada a la Marroquinería Tarín, en el número 3 de Hortaleza, al otro. Me pregunto si la cartera que recibió usted ayer de manos de Ábalos es nueva y si la vieja se la quedó él de recuerdo, o si encontró en su interior documentos y secretos de Estado, un Manual de Bienvenida, la contraseña del wifi o comentarios sobre tal o cual  funcionario/a. Perdone la indiscreción. 

El sector logístico no exige que el titular del Ministerio sea un  profesional del ramo. Tan sólo pide que escuche a un colectivo que tiene la mano tendida al diálogo para resolver cuestiones que afectan a la competividad de todo un país

Desde que supe de su designación como ministra, me he informado de su perfil como Ilustrísima alcaldesa del municipio barcelonés de Gavá. “Venir del mundo local imprime carácter”, ha dicho en su acto de presentación, justificando que el servicio público en la administración local es aval suficiente para dar el salto a la administración estatal, a todo un ministerio.

Es posible que Gavà, con 47.057 habitantes y 30,75 kilómetros cuadrados, reproduzca en escala los problemas y las soluciones que afectan a 47.394.223 españoles que viven en 506.030 kilómetros cuadrados. La buena gestión puede ser escalable y reproducible en cantidad y calidad. Usted lo debe saber bien, porque de lo contrario no hubiera aceptado este reto. Además, por lo que he podido informarme, el mundo de la logística no le es ajeno. Como alcaldesa de Gavá, usted conoce bien el papel de infraestructuras como el puerto y el aeropuerto de Barcelona, la ZAL y la contribución de las  empresas del sector de la logística y el transporte de mercancías a la economía del territorio.

El sector de la logística y el transporte de mercancías no exige  que el titular del Ministerio sea un  profesional del ramo.  Tan sólo pide que escuche a un colectivo que tiene en todo momento la mano tendida al diálogo para resolver cuestiones que afectan a la competividad de todo un país. Usted, Excelentísima Señora Doña Raquel Sánchez Jiménez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sabe escuchar a la gente. Escuche también a la gente del transporte y la logística. Gracias.