“Un periodista incrédulo y realista debe investigar en los archivos de su periódico para dar a los titulares de sus artículos mayor fuerza y dramatismo. Así descubre que las noticias siempre se han titulado igual porque los acontecimientos siempre han sido los mismos. Pero una voz le lleva la contraria: la de un caballero de una fotografía de los años 20 que ha tomado vida. Ambos discuten y defienden sus respectivas épocas de los tópicos sin que lleguen a un acuerdo pues cada época tuvo su lado bueno y su lado malo”.
Es la sinopsis de la película “Hoy como ayer” (1966) de Mariano Ozores, que juntó un reparto de figuras inolvidable: José Luis y Antonio Ozores, Alfredo Landa, Manolo Gómez Bur, Tony Leblanc, Gracita Morales, Manuel Alexandre, Rafaela Aparicio, Elisa Montés, Concha Velasco, José Bódalo, Manuel Zarzo, Francisco Rabal, Alfonso del Real, José Luis López Vázquez, Juan Luis Galiardo... A todos ellos les debemos algunos de los mejores momentos de la historia de nuestro cine, por mucho que su género y su época estén tan denostados por esa “intelligentsia” que no vacila en alabar la obra de Lars Von Trier o Akira Kurosawa... Allá ellos.
El caso es que, al igual que el periodista de “Hoy como ayer”, tengo también por costumbre rebuscar en los archivos de los periódicos, no tanto por querer dar a los titulares mayor fuerza y dramatismo. Simplemente, por afición. Sin mayor motivación que la curiosidad. Sin mayor utilidad que la satisfacción de la misma.
Pero he ahí que en mi última incursión por la hemeroteca, en este caso la del desaparecido diario bilbaíno La Gaceta del Norte, veo en la edición del 7 de mayo de 1979 (hace hoy 40 años) un artículo en la página 3 titulado: “El puerto exterior de Bilbao, elegido para las exportaciones” que arranca así: “El proyecto inicial del desarrollo del puerto exterior de Bilbao no sólo abarcaba la construcción de nuevos muelles comerciales y zonas de servicio, sino que también llevaba aparejado la construcción de una autovía que partiría del mismo en dirección a lo alto de Mamariga y San Salvador del Valle, donde enlazaría con la autopista para que el tráfico que pudiera generar no llegara a recargar el de la carretera que une a Santurce con Bilbao por la margen izquierda de la ría. Pues bien, la construcción de este complejo portuario ha sido felizmente concluida, lo que ha permitido que la extensión de sus muelles comerciales se viera aumentada (cita los Reina Victoria, Espigón 2, Adosado, Princesa de España y Nemar), sin que la proyectada autovía haya sido construida ni tampoco se hayan modificado los accesos al puerto, lo que da lugar a que diariamente se produzcan impresionantes atascos”.
“Estos grandes atascos -continúa- se deben a que más del 80% de las mercancías que son importadas o exportadas por los buques son transportadas por carretera por medio de camiones”. (...) “Este elevado número de vehículos pesados que circulan entre el puerto de Santurce y Bilbao ocasionan también grandes pérdidas de horas de trabajo y carburante quemado y causan alteraciones del sistema nervioso de todas aquellas familias que residen en las bandas de esta carretera”.
Y tras diversas consideraciones, finaliza: “Es necesario y urgente dotar al puerto de accesos fluidos y seguros, entre ellos el de la autovía proyectada, extremo este que no dejará de tenerse en cuenta por la Consejería de Transportes del nuevo ente autonómico del País Vasco”. Pues bien, justo cuarenta años después, desde este martes 7 de mayo de 2019, la totalidad del mapa de carreteras vasco queda bajo titularidad de la Administración vasca. ¿Hoy como ayer? No, hoy muchísimo mejor que ayer. El cine es otra cosa.
