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Los “haters portuarios” y… Paco Roca

En este santo país siempre ha estado de moda despreciar cuanto se ignora. Pero la ignorancia no tiene por qué ser letal en sí misma. A la ignorancia hay que añadirle, para que el cóctel sea totalmente dañino, los otros dos caballos del apocalipsis:  soberbia e ingratitud.

  • Última actualización
    27 mayo 2021 23:54

Creo que en esos tres elementos se basa la actual eclosión de los “haters portuarios”. Ocurre que como la realidad es más simple, más humana, menos rara, para que puedan hablar de monstruos han de inventarlos a base de inquina y mentiras. Como saben de sobra nuestros lectores, se está viviendo en Valencia un ataque permanente a todo lo que suene a puerto. Esquerra Republicana, Compromís y Unidas Podemos, con el caldo de cultivo que les genera la tibieza del PSOE, se dedican día sí y día también, desde el poder o desde las afueras, a insultar a todo un colectivo profesional. Les tachan de gente vendida a las multinacionales, poderosos especulativos y despiadados devoradores de espacios naturales, flora, fauna, niños y un señor de Murcia que pasaba por ahí. El sector portuario es, para ellos, una cosa tóxica y corrosiva como ninguna. Vamos, que somos peor que la sangre de Alien. Los radicalismos precisan del maniqueísmo para mantenerse vivos. Y el maniqueísmo se basa en lo irreal.

Francisco Roca Monzó. Ilustración: Alba Prado Siempre han existido salva barrios, salva playas o salva patrias. Pero ya saben... cada vez que oigo patria, pienso en el pueblo y me echo a temblar. Siempre que hay palabras totales, superlativas, grandilocuentes... lo que sale perdiendo es la realidad. Y la realidad del Puerto de Valencia no es la que inventan y esgrimen el alcalde Ribó o la consellera Mollà. La realidad del Puerto de Valencia es... Paco Roca Monzó, que, a punto de cumplir 90 años, ya suma, y sigue, 73 dedicados a ese Puerto en cuerpo y alma. Un valenciano, del Distrito Marítimo, que ha recorrido el mundo con su pasión y su vehemencia para traer progreso y vida a su tierra.

Si conocieran un poco a Francisco Roca Monzó, conocerían a todos los que se han dejado su vida por el Puerto, por Valencia y, también, por sus gobernantes; esos mismos que ayer les felicitaban y hoy les llenan de tristeza con sus mentiras y su falta de respeto

Paco Roca representa en gran medida a los profesionales del Cabanyal, de la Malvarrosa, del Grao, de España y del extranjero... marineros, estibadores, amarradores, transitarios, agentes de aduanas, consignatarios, transportistas, provisionistas de buques, remolcadores, bases de contenedores, funcionarios del estado... que han dedicado toda su vida a sacar a su puerto de su condena al anonimato y la mediocridad, contra normas centralistas, contra competencias feroces, contra viento y marea. Y cuando han alcanzado el dificilísimo objetivo que buscaban y que toda la sociedad les pedía, poner el puerto en lo más alto, han visto cómo, de golpe, cambiaban las palmaditas en la espalda por las puñaladas en el mismo lugar. Los halagos se han convertido en insultos. Y ahora los Pacos, los Carlos, los Jorge, los Quico, los Perfecto, los José María, los Rafa, los Javier o los Toni, (porque los puertos son personas), agotados de trabajar mucho y muy bien en función de lo que su hinterland les pedía, en estricta legalidad y cuidado extremo del medio ambiente… han de soportar que les falten el respeto estos “haters portuarios” que no saben ni dónde está el Puerto, ni qué es ni por qué es. Si conocieran un poco a Francisco Roca Monzó, conocerían a todos los que se han dejado su vida por el Puerto, por Valencia y, también, por sus gobernantes; esos mismos que ayer les felicitaban y hoy les llenan de tristeza con sus mentiras y su falta de respeto.

Enhorabuena don Francisco, por tanto amor a su tierra y a su puerto. Y... perdóneles usted, si puede.