Los estibadores demandan la eliminación de “prácticas antisindicales en varios puertos portugueses”. Según el preaviso enviado a las autoridades, ”la huelga implicará a todos los trabajadores portuarios efectivos y también a aquellos que tengan un vínculo contractual de trabajo portuario de duración limitada”.
El SEAL argumenta que tras la firma del acuerdo en el Puerto de Setúbal “no se satisfacen mínimamente las garantías de resolución de los problemas señalados en los demás puertos nacionales”.Señala como circunstancias graves “la creciente proliferación de prácticas antisindicales en los diversos puertos portugueses, siendo especialmente graves en el Puerto de Leixões”. El sindicato liderado por Antonio Mariano acusa a las empresas portuarias de “"acoso moral”, con casos de persecución, coacción, soborno y amenazas de despido.