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Más que números

El contenedor marítimo es uno de los pilares del comercio internacional y, en consecuencia, de la economía a nivel mundial. La evolución de su tráfico constituye un fiel indicador de la propia evolución de la economía y permite comprender los flujos comerciales entre los diversos países y regiones económicas. Asimismo, el análisis de las variables que intervienen en este negocio permite anticipar las estrategias y acciones necesarias de cara a tomar la necesaria ventaja competitiva en un negocio dominado por los números y en el que navieras, puertos y terminales deben encontrar el equilibrio necesario para la sostenibilidad de una industria en permanente alerta.

  • Última actualización
    17 junio 2019 12:33

Si hay un palabra que mejor define la situación de la industria del transporte marítimo de contenedores en los últimos años esa es “incertidumbre”. En efecto, el sector se enfrenta a un nivel de incertidumbre considerablemente elevado por causa de diversos factores, que van desde los costos adicionales asociados a la entrada en vigor de los límites de emisiones del transporte marítimo regulados por la OMI a partir del 1 de enero de 2020 y el porcentaje de esos costes que las navieras podrán repercutir en los cargadores, hasta la posibilidad de una nueva recesión económica y el desconocimiento sobre los compromisos de los armadores con relación a los programas de construcción de mega buques, según asegura la consultora Drewry en su Container Forecaster.

“El grado de incertidumbre es probablemente el más alto que ha habido en una década”, sostiene Simon Heaney, gerente senior de investigación de Contenedores de Drewry y editor de Container Forecaster. “Soplan vientos en contra que amenazan con frenar el avance de la industria del transporte de contenedores, con la regulación IMO 2020 a la cabeza, pero también existe el peligro de exagerar esos temores, cuando lo cierto es que el mercado se está moviendo en una dirección positiva”.

“La industria es resistente y ha demostrado que puede adaptarse rápidamente en momentos de estrés, y esperamos que salga fortalecida”, explica.

Búsqueda del equilibrio

Se espera que el tráfico de contenedores aumente en las diferentes regiones en los próximos cinco años, según el horizonte previsto por Container Forecaster, aunque a un ritmo ligeramente más lento del que Drewry anticipaba previamente. Además, se espera que el crecimiento de la oferta sea inferior al de la demanda hasta el año 2023, lo que contribuirá a apoyar el esfuerzo de la industria para reequilibrar un mercado con exceso de oferta.

Drewry anticipa con su Índice de Oferta-Demanda Global que la industria estará cerca del equilibrio para 2023 con un índice del 97.1 en una escala en la que 100 representa una armonía perfecta. El último informe explora las potenciales efectos sobre la oferta y la demanda de las nuevas regulaciones de la OMI sobre combustibles con bajo contenido de azufre a partir de 2020, así como sobre los fletes, la rentabilidad del transporte marítimo y la tendencia hacia la consolidación.

“Nuestro análisis deja muy claro que es esencial que las navieras aumenten su ratio de recuperación de combustible, o de lo contrario habrá serias consecuencias”, advierte Heaney. “Lo que nos hacer ser optimistas de cara al futuro es que, a pesar de unas bases de oferta-demanda más débiles, los operadores lograron obtener el año pasado unas tasas ligeramente más altas, demostrando que son capaces de ejercer un mayor grado de control sobre los precios. Prevemos que la regulación IMO 2020 encarezca la factura de combustible del sector en alrededor del 50% en 2020, lo que sin duda estimulará el ingenio de las navieras para mantenerse en el camino”.

IMO 2020 y los fletes

Asimismo, las previsiones de Drewry sobre la evolución de los fletes para 2020 incluye dos escenarios. Así, el caso base asume que las navieras lograrán repercutir el 75% de la diferencia de costo entre el combustible marino fósil alto en azufre (HSFO) más barato y el combustible marino fósil bajo en azufre LSFO más caro, mientras que el segundo escenario anticipa una recuperación del 50%, en línea con la tendencia reciente. De acuerdo con los cálculos de Drewry, asegurar una tasa más alta de recuperación de combustible conduciría a una industria rentable en 2020, mientras que mantener el status quo resultaría en pérdidas que podrían desencadenar una mayor consolidación en el mercado.

“La mayoría de los cargadores aceptan que tendrán que pagar más, pero con razón esperan que cualquier aumento se justifique con un mecanismo creíble y confiable; en otras palabras, la pelota está en el tejado de las navieras”, argumenta Heaney.

El Puerto de Rotterdam, con 14,5 millones de TEUs manipulados en 2018, lidera el ranking europeo y ocupa la undécima posición mundial.