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Mesas conectadas

Por si aún había ganas de celebración en este desasosegante final de año, el COVID-19 se ha llevado por delante también las cenas de empresa de Navidad, al menos de las que aún siguen en pie. Este tipo de evento, todo un género costumbrista, se resiste a morir, ayudado por la tecnología que ha alumbrado durante la pandemia el concepto de experiencia “phygital”, que combina lo físico con lo virtual. 

  • Última actualización
    20 diciembre 2020 12:56

Esa es al menos la propuesta de la reputada agencia de publicidad Shackleton, a cuyos creativos senior imagino intercambiando ideas en una agotadora sesión de “brain  storming” para acabar pariendo la idea de “Mesas Conectadas”, que no es sino aplicar la tecnología para que todas las empresas puedan celebrar la cena o el almuerzo de empresa también esta Navidad. Pues bien, el viernes 18 fue el día D y no parece que su idea tuviera mucho éxito, restricciones y toques de queda aparte. El personal está a otra cosa.

La idea de “Mesas Conectadas” es simple. Se divide a los miembros de la plantilla en grupos de seis personas y se reserva una mesa en varios restaurantes a la vez. Se colocan dos ordenadores a ambos extremos de la mesa conectados en videoconferencia con otra mesa, en cualquier otro lugar. Así se crea una gran mesa virtual que permite a los comensales disfrutar de la comida con el resto de la plantilla dividida en varios restaurantes de la misma o distinta ciudad.

Los creativos de Shackleton no tienen reparo alguno en defender las ventajas de esta fórmula alternativa de la cena de empresa. Cito como botón de muestra: “escoger con qué cinco compañeros quieres sentarte a comer, así como a quiénes quieres ver en la pantalla”. “En caso de que la conversación con unos te aburra, puedes cambiarlos por otra mesa y así sucesivamente, lo que sirve también para afianzar las relaciones con personas de la compañía con las que ni siquiera habías hablado”. ¿Qué? ¿Cómo lo ven? Pues eso...

Este martes en que los enmascarillados niños de San Ildefonso reparten suerte, la mesa de la Dirección General de Trabajo reúne en Madrid a los representantes de las empresas y sindicatos de Bilboestiba para evaluar la mesa de negociación

El caso es que toca hablar de mesas, sí, de mesas que reúnen a empresas y trabajadores en pleno período navideño, pero en esta ocasión por un propósito bien diferente. Este martes en que los enmascarillados niños de San Ildefonso repartirán suerte, la mesa de la Dirección General de Trabajo reúne en Madrid a los representantes de las empresas y del Comité de Empresa de Bilboestiba CPE para hacer balance ante la directora general de los resultados  de la mesa de negociación abierta para alcanzar una solución dialogada el conflicto de la estiba en el Puerto de Bilbao. Y es de suponer que acudirán sin los deberes hechos. Unos y otros.

Por si estas mesas no fueran ya suficientes, la decisión de Bilboestiba CPE de iniciar la aplicación de un ERTE a 315 trabajadores de su plantilla implicaba la apertura de otra mesa negociadora que tenía previsto reunirse ayer, aunque la retirada del plan del ERTE el pasado viernes, si bien provisional,  desactivó la cita.

El conflicto de la estiba en el Puerto de Bilbao no se solucionará por falta de mesas. Pero es necesario que éstas estén conectadas y sobre todo, que exista la necesaria conexión entre las personas que comparten la mesa. Como idea para una cena de empresa de Navidad, la de “Mesas Conectadas” de Shackleton resulta discutible. Pero tal vez, en una de sus “tormentas de ideas”, sentados alrededor de la gran mesa ovalada de la agencia,  den con una solución creativa para el conflicto de la estiba. A fin de cuentas, si todo lo demás falla, incluido el arbitraje obligatorio, habría que explorar nuevas ideas. 

Nietzsche decía que todas las ideas verdaderamente importantes se suelen concebir mientras caminamos... Pero al volver de cada caminata el filósofo se sentaba frente a una mesa para plasmar sus ideas en un papel.  No será por falta de mesas.