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Navarro: “Cumplir con los ODS empieza a ser una oportunidad de negocio para las empresas”

El Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) está a punto de cerrar el ejercicio 2019 con un balance más que positivo. Desde el Consorci destacan diversos proyectos que velan por el desarrollo económico y del territorio, la integración urbana y la sostenibilidad medioambiental y económica, pilares sobre los cuales se basa el plan estratégico de la entidad.

  • Última actualización
    26 diciembre 2019 11:30

Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB, explica a Diario del Puerto los retos de la entidad, que pasan por fomentar la innovación paralelamente a la sostenibilidad ambiental. En este sentido, Navarro relata que el CZFB hace promoción económica y explora nuevas formas de economía. “La entidad se constituyó hace 102 años, por diversas administraciones con la intención de que se concediera un puerto franco en Barcelona para poder ser competitivos en el ámbito internacional y en el entorno histórico de la I Guerra Mundial”, concreta. 

 

¿Cuál es el impacto económico del Consorci en Barcelona?

En el polígono industrial del CZFB tienen presencia más de 150 empresas y son más de 20.000 las personas que vienen a trabajar a este entorno, por tanto, hay un impacto económico de primer nivel. Cabe tener en cuenta la importancia de algunas de las empresas ubicadas aquí que, además, son de diferentes sectores. A grandes rasgos, el 40% de las empresas del polígono son industriales, el 30% logísticas, y el 30% servicios de la propia industria y logística. En este sentido, el impacto en la economía de Barcelona, de Catalunya y también de España, es muy importante. 

 

En materia de sostenibilidad, ¿qué acciones lleva a cabo la entidad?

Hay muchas acciones relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, de entrada, hemos hecho un plan estratégico para aplicarlos, entre los que destacamos acciones para visualizar la presencia de la mujer en el entorno industrial, la economía circular o el reaprovechamiento de aguas de niveles freáticos. También estamos poniendo en funcionamiento la generación de energía mediante placas fotovoltaicas. 

Por otra parte, trabajamos con la empresa Ecoenergías para valorizar el hitting y cooling, para poder aprovechar el frío generado de la regasificación del gas natural en el Puerto de Barcelona. El gas natural viaja a una presión muy alta y a una temperatura muy baja y, cuando se libera el gas, hasta ahora el frío se desprendía y se desaprovechaba. Se ha descubierto la manera de acumularlo y conseguir frío y calor para repartirlo con un potencial de una población de 60.000 personas, por lo que vamos a poder servir al conjunto del polígono industrial y, quizás, proyectarnos hacia el barrio de La Marina. 

Entre los ODS hay uno muy importante: el 17, el de las alianzas con el territorio, con el puerto, con el aeropuerto, con la ciudad de Barcelona y con el conjunto del ámbito metropolitano y de las administraciones.

 

¿Cuál es la función del departamento de ODS y de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que se puso en marcha en octubre?

El departamento plantea todas las actividades e impregna al conjunto de la organización del cumplimiento de cada uno de los objetivos; además ayuda a aplicar la RSC en relación a entidades y organizaciones que estén alineadas con la promoción económica y con los ODS que estamos impulsando. 

 

¿Qué acciones pueden abordar las empresas para cumplir estos objetivos y reducir su huella sobre el medio ambiente?

He tenido una grata sorpresa, porque veo que las empresas están muy alineadas en el cumplimiento de los objetivos. Hace poco hicimos un coloquio entre diferentes representantes de empresas del polígono y todos estaban alineados en cumplir con la agenda 2030, y con acciones como el residuo cero, la economía circular, aprovechar mejor la energía y fabricar mejor reduciendo la huella de CO2. Están muy sensibilizadas.

Hay otro factor positivo y es que para las empresas cumplir con los ODS deja de ser una carga y empieza a ser una oportunidad de mejora social, de reputación y de negocio. 

 

Aparte del 3D Factory Incubator y del DFactory, ¿qué otros proyectos tiene el Consorci?

Estamos trabajando con diferentes empresas para impulsar un proyecto de conexión 5G relacionada con la movilidad. Fomentamos el vehículo compartido con las empresas del polígono y de los trabajadores, queremos promocionar la presencia del metro en el polígono y el carril bici.

 

Una de las líneas estratégicas del CZFB es la integración urbana, es decir, humanizar los polígonos industriales. ¿Cómo se puede conseguir?

Necesitamos que la ciudad sienta el polígono industrial de la Zona Franca como ciudad, y que el polígono sepa y crea que también forma parte de la ciudad.

Ahora se está diseñando un nuevo barrio, La Marina del Prat Vermell, un proyecto muy importante para Barcelona. Pensamos que puede ser una buena oportunidad para que este barrio sirva de transición entre lo que es un polígono industrial como nosotros de actividad económica y un barrio residencial. Ya que existen unas fronteras físicas fuertes, como la Ronda Litoral y las vías del tren, queremos eliminar las fronteras psicológicas y propiciar que aquí en el polígono se puedan realizar actividades, incluso culturales y deportivas, aprovechando la comunicación del transporte público, y así explicar lo que hacemos al resto de la ciudad. 

Además, el polígono debemos intentar que haya más zonas verdes y que sea, en general, más amable y atractivo y que haya más servicios. Es un reto que tenemos y estamos trabajando en esta dirección. 

 

¿Cómo se puede gestionar la falta de suelo logístico?

El suelo es finito. Trabajamos para que el residencial pueda convivir con la actividad económica, y ésta con los espacios naturales protegidos, y que en estas áreas pueda existir suelo logístico. 

Cabe destacar el incremento del comercio electrónico, por lo que cada vez se necesitan más plataformas logísticas medianas y pequeñas que sirvan de distribución de la última milla. En este sentido, estamos trabajando, por ejemplo, con empresas de parquing que están experimentado que su interior sea un lugar de transición para llegar a la última milla. 

Una de las cosas que hacemos desde el Consorci y desde el BCL es una labor de explicación de lo que es la logística hoy, que no solo son almacenes, sino lugares donde las mercancías se elaboran y se acaban, y una oportunidad para los municipios, por ello, estamos en contacto con los municipios para que sean más sensibles a la instalación de estas plataformas logísticas.

 

¿En qué fase se encuentra el DFactory?

El DFactory es la fábrica del siglo XXI, un lugar donde vamos a explorar las nuevas formas de fabricar y donde vamos a instalar fábricas innovadoras. Se implantarán empresas del mundo de la robótica, inteligencia artificial, de blockchain, de industria 4.0.

Ahora estamos construyendo la primera fase, una caja, una nave inspirada en el New Lab de Nueva York, que contará con 17.000 metros cuadrados y 17 millones de euros de inversión que hace el Consorci, y que estará terminada en junio de 2020. El interior de esta caja se adaptará en función de las necesidades de cada empresa.

La segunda fase consiste en construir un segundo edificio, con forma redonda y de casi 90.000 metros cuadrado. 

 

¿Cuál es el objetivo del CZFB con el DFactory?

El Consorci pretende impregnar al conjunto del polígono de estas nuevas formas de fabricar y, por tanto, explorar también nuevas profesiones, porque van a desaparecer puestos de trabajo, pero también van a aparecer otros de nuevos. Por tanto, nuestra obligación y vocación como sector público es intentar fabricar oportunidades también para la gente.