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Suscripción

Nuevo, pero con tablas

Son 146 días o, lo que es lo mismo, cuatro meses y prácticamente cuatro semanas, las que ha necesitado la Generalitat de Catalunya para decidir quién sería el sustituto de Josep Andreu al frente de la Autoridad Portuaria de Tarragona. El nombre del afortunado se daba a conocer el martes de la semana pasada de forma bastante infrecuente, con una convocatoria de la conselleria de Territorio y Sostenibilidad en la que aparecía el nombre del susodicho. Aunque claro, si ningún cargo que le acompañara.

  • Última actualización
    02 noviembre 2018 12:58

No suele ser el pan de cada día que un presidente de autoridad portuaria anuncie que se va. Y tampoco que, cuando alguien lo anuncia, se tarde casi cinco meses en buscar un sustituto.

Lo cierto es que todo lo que ha rodeado a la renuncia, por parte de Josep Andreu, del cargo de presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona y los meses que han pasado hasta el anuncio del recambio se ha desarrollado de forma bastante inusual, por lo prolongado del proceso principalmente.

Muchos han sido los nombres que han saltado a la palestra durante estos casi cinco meses. Desde Joan Basora, quien en la actualidad ocupa el cargo de director de Desarrollo Corporativo y Sostenibilidad del Puerto de Tarragona, hasta, incluso, Josep Burgasé, quien fuera antes que Andreu presidente de la autoridad portuaria, pasando por Teresa Pallarès, Joaquim Nin, Jordi Sendra o Josep Poblet. Una lista demasiado larga de candidatos que, obviamente y como suele ser habitual, cada vez que sus nombres empezaban a sonar eran descartados automáticamente.

Los mentideros de Tarragona, que no son pocos, iban llenos de rumores y se dice que costaba encontrar al candidato porque era difícil conciliar sentimientos, sensibilidades y, seguramente, ideologías, en un momento que no es especialmente plácido en la política catalana.

Al final, se ha optado por una persona de “mar endins” –Josep Maria Cruset es natural de Riudoms, un pueblo del interior de la provincia de Tarragona cercano a Reus– pero que, casualidades de la vida o no, cuenta con un currículum en el que aparecen ciertas semejanzas con el de Mercè Conesa, la presidenta del Puerto de Barcelona.

Ambos han sido alcaldes –uno de Riudoms y, en el caso de Conesa, de Sant Cugat del Vallès–. Ambos han tenido un papel activo en sus correspondientes Diputaciones provinciales. Mercè Conesa llegando a ocupar la presidencia de la de Barcelona y Cruset implicado en la modernización a nivel administrativo de la de Tarragona. Y tanto Josep Maria Cruset como Mercè Conesa tienen amplia experiencia en esto de la gestión pública.

Y este último aspecto es sobre el que puso el acento, precisamente, el conseller Calvet el miércoles cuando, en rueda de prensa, se presentaba públicamente al elegido para ocupar la presidencia del Puerto de Tarragona. También hizo referencia Josep Andreu a la gestión y al trato con las administraciones, al asegurar que mantener la cordialidad con éstas era básico para garantizar el buen funcionamiento de una institución tan “poliédrica” como es un puerto.

En su presentación, a Josep Maria Cruset se le vieron tablas y recogió el guante lanzado por Andreu asegurando que él, ante todo, apuesta siempre por la negociación. Falta le hará al frente del Puerto de Tarragona. Talante negociador y paciencia porque los proyectos portuarios son a muy, muy largo plazo la mayoría de las veces.