Con las consecuencias más aciagas de la borrasca Gloria todavía en nuestras retinas, los transportistas valencianos tuvieron que ponerse a trabajar, coger el camión, armarse de paciencia y precaución, y salir a las carreteras para que la rueda del comercio exterior, de la economía, no se parara. Porque hay profesionales que no pueden permitirse los lujos de decir: Mira que hoy no puedo. Y ¿quién habló de ello? ¿Quién destacó la entrega de estos trabajadores?
No hizo falta que nadie lo dijera. Cuando estábamos enviando las alertas informando sobre el retorno de la actividad portuaria a los puertos, los vehículos estaban ya de camino. Los accesos comenzaban a saturarse y, en cuestión de minutos, se tuvieron que cerrar para poder ser operativos y que el puerto no quedara estrangulado. ¿Qué hizo que todos salieran a la carretera tan rápidamente en Valencia? ¿La responsabilidad de los chóferes? ¿Las exigencias de los clientes? ¿Intentar compensar el cierre que iba a provocar el festivo local en mitad de la semana?Pues supongo que todo esto y mucho más porque hubo poco margen de maniobra. A la actividad casi inexistente en festivo anunciada por las terminales se sumó la suspensión de la operativa portuaria varias jornadas por la borrasca. Y los contenedores no se mueven solos.
A todas estas, de fondo, la letanía de los colectivos empresariales representados por FVET-Puerto que denunciaban, solo unos días antes, la necesidad de establecer un calendario de trabajo que fije las jornadas festivas con una antelación suficiente “que permita programar la operativa y ofrecer a los clientes del Puerto de Valencia el mejor servicio posible”. Pero, espera, ¿esto no se había hecho ya? (¿saben el emoji de la carita con una manita en la mejilla y los ojos mirando al cielo? ¿Sí? Pues pónganlo aquí).
Tenemos grupos de trabajo, mesas sectoriales, comités de expertos, etc. que estudian miles de asuntos. ¿Cómo es que no se ha resuelto una problemática como esta que, además, se va a repetir todos los años?Porque, cosas del calendario laboral, siempre vamos a tener festivos locales, autonómicos y nacionales. Así que ¿por qué no pactar un protocolo de actuación ante las circunstancias especiales que generan estas festividades? ¿Cuál es el problema? Mí-no-entender.
De primeras, algunas de las peticiones de los transportistas no parecen descabelladas: que el calendario esté establecido y cerrado a principios de año y que exista un criterio único para todas las instalaciones. Pero parece que no es tan sencillo. Espero que sigan en ello y que nadie tenga que estar más tiempo del necesario esperando. Porque no hay cosa que hastíe más que esperar. Y creo que todos saben de lo que les hablo.
Por cierto, de las declaraciones de algunas personas sobre que el puerto de Valencia (y sus ampliaciones) ha provocado los destrozos en las playas valencianas... Mejor no comentar nada. ¿No les parece? Porque poco se puede razonar con aquella persona que asevera que las graves consecuencias del temporal han sido producidas por el puerto.Todos sabemos que el cambio climático es una realidad. Llevan años advirtiéndonoslo. Así que con la emergencia climática declarada por el Parlamento Europeo hace unos meses solo queda seguir trabajando en la sostenibilidad, la digitalización y la eficiencia. El sector de la logística y el transporte ya está en ello. Otros sectores no pueden decir lo mismo.
Así que: a palabras necias, oídos sordos.
Nota: Y a todos los que les gusten “Los Punsetes”, ¿ya saben en qué canción estoy pensando verdad? Pues eso. Si es que opinar es gratis y encima sales en titulares.
