Menú
Suscripción

1994

En los tiempos que corren, o más bien, vuelan, a veces viene bien detenerse un momento y echar la vista atrás para luego volver a mirar al frente con la determinación de quien sabe bien de dónde viene y también a dónde quiere ir. De ahí que las personas seamos tan dadas  a recordar y a celebrar los aniversarios con una indispensable dosis de nostalgia, con el pensamiento puesto en un pasado que se recuerda con cariño.

  • Última actualización
    04 noviembre 2019 17:21

Si el pasado martes Diario del Puerto cumplía 26 años de vida, como recordaba en su columna mi compañero Fernando Vitoria, testigo y protagonista de aquellos comienzos, durante estos últimos días mis recuerdos personales me han trasladado a 1994, año en el que compré, en la ya desaparecida tienda de discos Long Play de la calle Gregorio de la Revilla de Bilbao, mi primer disco de Jamiroquai: “Emergency  on planet Earth”.

El recuerdo del preciso instante en que tuve entre mis manos ese CD recién comprado me sacudió como un fogonazo la noche del pasado sábado, cuando apenas a tres metros de distancia, el mismísimo Jay Kay en persona interpretaba sobre el escenario del festival BIME los hits de este último cuarto de siglo de la banda inglesa. Y mientras  el funk-jazz de los temas “Travelling without moving”, “Space cowboy”, “Cosmic girl” o “Little L” inundaban la sala de un aroma noventero,   podía sentir como a mi alrededor el tiempo también se detenía. Estábamos los mismos, tal como eramos 25 años atrás. También Jay Kay, quise creer, a pesar de su más que incipiente barriga cincuentañera.

Con todo, la nostalgia es un sentimiento engañoso. Nos lleva a añorar épocas que con toda probabilidad no fueron tan maravillosas como nuestra memoria evoca. 1994 fue excepcional en lo musical, aunque sólo fuera por ser el año en que descubrí a Jamiroquai. Pero 1994 fue un año realmente aspero e indigesto. A la violencia  de ETA se le sumaba una crisis económica que en Euskadi situó la tasa de paro en el 25,4% de la población activa.  

Pero 1994 también fue el año en que  la Autoridad Portuaria de Bilbao, las empresas portuarias, y las Administraciones de la Comunidad Autónoma, territoriales y locales, tomaron conciencia del papel dinamizador del Puerto de Bilbao en la reconversión industrial de Euskadi y  su internacionalización.

1994 fue el año en que nació UniportBilbao, auspiciada por la Autoridad Portuaria de Bilbao y las empresas de la comunidad portuaria con objeto de promocionar los servicios del Puerto de Bilbao en cooperación. Ese mismo año nació también Comunidad Portuaria de Bilbao, promovida por el Gobierno Vasco, las administraciones locales y territoriales, la AP de Bilbao y las empresas de la comunidad portuaria, para mejorar la competitividad del sector portuario desde diversos puntos de vista: gestión, energético, procedimientos, formación, etc., alineados con la política estratégica del País Vasco. Dos años después se produjo la fusión de UniportBilbao y Comunidad Portuaria de Bilbao para reforzar sus sinergias.

El pasado miércoles, más de 250 invitados celebraron en Bilbao el 25 aniversario de UniportBilbao en un acto que mostró el valor de la cooperación público-privada y entre competidores para llevar al mundo la marca del Puerto de Bilbao. “¡Vamos a por los próximos 25 años!”, dijo su presidente, Felipe Jaber, al final de su discurso. ¡Vamos a por ellos, pues, que somos de Bilbao!, añado.  Estoy convencido de que en el acto del 50 aniversario de UniportBilbao, al que si no me invitan, me autoinvitaré, recordaré con nostalgia este 2019 y al llegar a casa me pondré los videos que grabé del último concierto de Jamiroquai en Bilbao. Jay Kay no estará para muchos trotes en 2046. Pero servidor sí. “Too young to die”.