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5 lecciones que nos ha dejado la pandemia

El 2020 ha sido un año inesperado y desafiante, pero también ha sido un momento para avanzar, mejorar y en definitiva aprender. Prácticamente todos los sectores y actividades se han visto afectados por las medidas restrictivas, la crisis y la incertidumbre y han tenido que saber adaptarse. El sector del transporte de mercancías y la industria logística no han sido una excepción y por eso es importante aprender de las lecciones que nos ha dejado la pandemia.

  • Última actualización
    28 mayo 2021 16:56

Lección n.º 1: La importancia de la digitalización

Para quienes aún no lo tenían claro, la digitalización de las empresas es fundamental en el contexto en el que vivimos. Ya era importante antes de la pandemia, por la globalización de los intercambios, pero desde marzo de 2020 se ha convertido en una cuestión de supervivencia.

Pero, además, la digitalización es sinónimo de optimización y productividad; su utilidad va mucho más allá, pues permite optimizar el proceso logístico, vincular actores y operaciones de la cadena, hacer un mejor seguimiento de todas las fases del transporte y resolver imprevistos de manera más eficiente. La gestión de la documentación, facturas, y transacciones de pago digitales también agiliza y simplifica enormemente el proceso. La digitalización es una herramienta de productividad. 

Lección n.º 2: La necesidad de un transporte flexible

El método tradicional de planificación del transporte de mercancías se ha quedado obsoleto. Hace diez años, bastaba con un papel y un bolígrafo o, en el mejor de los casos, una hoja de Excel, pero hoy en día eso no es suficiente. 

Una rápida capacidad de reacción es fundamental para absorber las fluctuaciones en la demanda. Algunas empresas responden con grandes flotas propias, sin embargo, puede ser un arma de doble filo, porque tener una gran flota propia permite responder rápidamente a los picos de demanda, pero cuando la demanda cae hay que poder mantener a toda la flota. Por ello, en este contexto, la solución ideal es contar con una gran red de transportistas colaboradores, para poder absorber las fluctuaciones de la demanda de la manera más eficiente. 

Lección n.º 3: Lidiar con la situación juntos

Una importante lección que nos ha dejado esta pandemia es la necesidad de solidaridad y de trabajar juntos. Cuando surge un problema en uno de los eslabones, si cada elemento actúa de manera independiente y sin tener en cuenta a los demás, se producirá un corte abrupto que afectará a toda la cadena de suministro. Por el contrario, si todos los elementos están integrados y colaboran, se puede limitar el impacto del mismo problema, proporcionando información en tiempo real y contribuyendo a encontrar una solución que evite la interrupción del suministro.

Lección n.º 4: Podemos y debemos ser más sostenibles

La pandemia nos ha demostrado hasta qué punto nuestras acciones impactan en el medioambiente y nuestra capacidad para reducir visiblemente la contaminación de las grandes ciudades. El grupaje y el enrutamiento de las cargas permiten optimizar todo el proceso logístico de transporte, reduciendo el número de kilómetros recorridos en vacío, un 40% de media en el sector, y así reducir considerablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera, ahorrando tiempo y recursos. 

Lección n.º 5: Estar siempre preparados para lo imprevisto

La rápida capacidad de adaptación y la preparación son dos herramientas indispensables en la época en la que vivimos. Los avances tecnológicos, en muchos casos, nos ayudan a estar preparados, por lo que debemos fomentar la inversión en innovación. Además, el elevado nivel de optimización que nos permiten alcanzar las nuevas tecnologías nos permite reducir los costes, fundamental en un momento como el que vivimos. 

En definitiva, digitalización, colaboración y adaptabilidad son las cualidades que debemos buscar al elegir a nuestros proveedores y colaboradores. Las empresas que sepan poner la tecnología al servicio de sus clientes serán sin duda las empresas del futuro.