En el año 1997 ya se llevo a cabo un estudio de similares características en colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) pero “por el tiempo transcurrido, los resultados están ya obsoletos”, precisa el operador aeroportuario..
El estudio no se limitará únicamente a medir el impacto económico generado por la actividad propia de AENA, “sino el impacto económico generado por el conjunto de actividades gestionadas en las instalaciones de Barcelona-El Prat, que, en buena parte, incluyen servicios prestados por terceros”.
El impacto se evaluará en términos de las principales magnitudes macroeconómicas: el valor añadido bruto (VAB), las rentas salariales, el empleo, la producción o facturación agregada y las rentas fiscales generales, explica AENA en la documentación relativa al concurso convocado para contratar este servicio. Y se cuantificarán tanto el impacto directo, como el impacto indirecto o el inducido.
Además, se llevará a cabo el impacto económico potencial de las actuaciones previstas en la propuesta de revisión del Plan Director del Aeropuerto de Barcelona, incluidas las actuaciones previstas en el Master Plan Inmobiliario.