La sesión ha servido para analizar la situación de la carga aérea en plena pandemia de Covid-19, a través del Grupo de Contingencia Aérea que ha creado el Comité de desarrollo de rutas aéreas de Barcelona, que trabaja en la recuperación de la conectividad europea doméstica e intercontinental a través del diagnosis y seguimiento semanal.
Situación de la carga aérea
En este sentido, el El CEO de GPA, Jaume Aldover, ha señalado a la cancelación de vuelos de pasajeros como el principal problema que afecta a la carga aérea. De hecho, los Aeropuertos de Barcelona y de Madrid, que han visto reducido su tráfico en un 93% y en un 92% respectivamente, “se están viendo muy afectados por la cancelación de estos vuelos”.
“Esto se debe a que sólo el 22% de la mercancía en Madrid y el 26% en Barcelona, se mueve habitualmente en aviones cargueros, el 78% y el 74% restantes, va en la bodega de aviones de pasaje”, ha destacado Aldover. “En cambio, esta cancelación de vuelos, casi no ha impactado en el Aeropuerto de Zaragoza porque el modelo allí es puramente de carguero”, ha agregado.
Problemas derivados de la crisis del Covid-19
Por otra parte, Javier Enebral, Air cargo consultant de GPA, ha apuntado que “la reducción de la capacidad aérea por la cancelación de vuelos de pasajeros ha derivado en la subida de los precios”.
Otro de los problemas derivados de la crisis del Covid-19 con los que están lidiando estos días los operadores logísticos es la cuarentena a la que se han visto sometidos los miembros de las tripulaciones en algunos países, “lo que retrasa la salida del próximo vuelo operado por dicha tripulación”.
Además, Enebral afirma que existe entre las compañías del sector una sensación de “falta de coordinación y transparencia”.
Reivindicaciones del sector
Ante esta situación, el sector de la carga aérea viene reivindicando algunas cuestiones como que se agilicen los trámites en la concesión de permisos, derechos de tráficos temporales y autorizaciones para vuelos cuyo origen no es la Unión Europea.
Otras de la reivindicaciones realizadas son la eliminación de las limitaciones horarias nocturnas y la facilitación del uso de aeronaves de pasajeros para operaciones de carga.
El sector pide también que las tripulaciones de carga y personal de manipulación y mantenimiento estén cualificadas como personal crítico, para poder saltarse algunas limitaciones, “puesto que si no hay personas disponibles en los aeropuertos en horario nocturno, por ejemplo, las instalaciones no están operativas cuando llega un vuelo”, ha detallado Javier Enebral.
El sector reivindica también eximir las restricciones del personal asintomático, de modo que las tripulaciones no tengan que someterse al confinamiento; permitir las excepciones aceleradas para envíos urgentes e imprevistos; y proporcionar directrices sobre las precauciones sanitarias y material de protección al personal en plataforma.
Además, instan a animar a que las compañías aéreas de carga y servicios urgentes reserven capacidad para este tipo de envíos y apliquen tarifas razonables.
Objetivo: sobrevivir
“Hoy por hoy nuestro único objetivo es que las aerolíneas sobrevivan financieramente”, ha señalado Francisco Rizzuto y ha explicado que, frente a este panorama y con la reducción de capacidad de carga aérea, algunas aerolíneas han optado por mover carga en vuelos de pasajeros. “Hay más de 40 líneas con casi 2.000 aviones que lo están haciendo”, ha afirmado.
“Esto ha provocado la pronunciación de entidades como EASA que se niega a que las líneas aéreas muevan carga en aviones de pasaje, pero yo creo que deben sobrevivir sea como sea”, ha destacado.
“Nuestros objetivos de cara al próximo año pasan por conseguir que las aerolíneas sigan operando y generar nueva demanda de carga aérea”, ha concluido Rizzuto.