El acto contó con la participación de representantes de aerolíneas, transitarias y empresas productoras de vehículos y piezas de automoción, que expusieron los obstáculos que se encuentra en el día a día de sus gestiones. Así, el director de logística de Nissan, Francisco Durán, apuntó que uno de los retos para la industria automovilística es “la implantación del vehículo eléctrico a medio y largo plazo”. Otro de los retos que destacó Durán es el envío urgente de piezas para que no se pare la producción y este es un “factor en el que juega un papel muy importante la carga aérea”. La respuesta de las aerolíneas a la inmediatez de las entregas es que “el cliente debe estar dispuesto a pagar ese servicio exprés”, afirmó Xavier Ferrando, de Air France-KLM.
Por su parte, el manager del departamento aéreo de Nippon Express, Giancarlo Devoto, aseguró que existe “una falta transparencia y comunicación entre las aerolíneas y sus clientes”, que repercute en la entrega final de la mercancía. “Un minuto en el paro de la línea, supone la pérdida de miles de euros”, añadió Devoto.
Otro de los aspectos que preocupa al sector de la automoción es la dificultad de envío de mercancías peligrosas. “La normativa en esta materia nos supone una barrera para muchos envíos, por ejemplo, de baterías de litio”, señaló downstream supply chain director en Europa de Schneider Electric, Paulo Pereira.
Precisamente una de las restricciones que presenta la normativa de mercancías peligrosas es el límite de peso de 35 kilos de este tipo de productos. “Aunque la Special Provision IATA A99 cuenta con una excepción que especifica que sí se pueden enviar mercancías peligrosas que sobrepasen los 35 kilos si IATA y el país de destino lo autorizan”, explicó la airfreight manager en España de Noatum Logistics, Alexandra Escanero. “Estas restricciones se incrementan si el envío de carga se lleva a cabo en un vuelo de pasaje, operación que en Emirates Cargo tenemos muy desarrollada y para ello contamos con técnicos especialistas”, añadió la cargo manager de Emirates SkyCargo, Marie-Laure Vuillermoz.
Por último, se puso sobre la mesa el debate de la repercusión que puede llegar a tener el Brexit en el sector de la automoción. En este sentido, todos los ponentes coincidieron en que las operaciones logísticas entre Reino Unido y el resto de Europa pasarían de un tiempo de operación de 24 a 72 horas, es decir, de uno a tres días.