GINEBRA. Hay que destacar asimismo el dinamismo experimentado por las operaciones internacionales, que en este período experimentaron un moderado crecimiento del 1,2%. Por otro lado, la capacidad aumentó un 12,2% en comparación con agosto de 2022, con un crecimiento del 11,8% para operaciones internacionales.
Según IATA, hay varios factores que explican este crecimiento. El primero es que tanto la producción de productos manufacturados como la carga de exportación experimentaron una ligera mejor respecto el mes de julio, mes en el que, no obstante, se contrajo el comercio transfronterizo.
Por otro lado, la inflación tuvo un comportamiento desigual en agosto, con un aumento en Estados Unidos y un frenazo en Europa y Japón. En China, que lucha contra las presiones deflacionarias, los precios al consumidor aumentaron.
“La demanda de carga aérea creció un 1,5%, por lo que sin duda es una buena noticia. Pero está lejos de una base baja para 2022 y las señales del mercado son mixtas. De cara al futuro, si bien persisten muchas incertidumbres, podemos sentir cierto optimismo al ver que los datos avanzan hacia territorio positivo. Esto es particularmente significativo a medida que nos acercamos a la tradicional temporada alta de fin de año para la carga aérea”, asegura Willie Walsh, director general de la IATA.