CASTELLÓN. Es una mutación demanial que se adopta tras la pertinente solicitud de la Generalitat Valenciana, con el objetivo de favorecer el proceso de crecimiento y desarrollo del aeropuerto y, por extensión, del sector turístico provincial. Una operación, que según ha explicado el presidente José Martí, cuenta con todos los informes preceptivos favorables de intervención, patrimonio y secretaría de la propia Diputación.
“Estos terrenos no son un bien patrimonial, y por lo tanto no se pueden embargar, vender o enajenar, de la misma manera que no se pueden vender una playa o una carretera. En consecuencia, lo que se puede hacer es recurrir a la figura de la mutación demanial, una administración puede pasar la titularidad a otra, en este caso, a quien hoy tiene las competencias y la gestión del aeropuerto”, ha añadido el presidente. “El Aeropuerto de Castellón está teniendo un desarrollo importante al que nosotros queremos contribuir desde la colaboración entre administraciones. El objetivo es que se desarrolle más y mejor”, ha explicado Martí.
En el caso de que los terrenos no se utilizaran para el objetivo de desarrollar el aeropuerto la titularidad podría revertir a la propia Diputación.