Bárbara Cordero
La problemática actual que impide el crecimiento de la carga aérea por encima de sus niveles de 2019, más allá de que los efectos de la COVID-19 sigan coleando, reside en nuevas cuestiones de índole global, como la invasión de Ucrania por Rusia y la situación económica a nivel mundial. “Creo que han sido unos años duros, en los que la carga aérea ha demostrado toda la importancia de su utilización en tiempos de crisis, así como su flexibilidad para adaptarse a las circunstancias. Por otro lado, podríamos decir que la recuperación de los efectos de la pandemia ya se ha producido y que ahora nos afectan otros fenómenos derivados de la guerra en Ucrania, la inflación o la contracción de la economía”, señala el presidente de Foro MADCargo, Jesús Cuéllar.
En este mismo sentido, el country manager de Gen-Air en España y vicepresidente de Foro MADCargo, Ignacio Ruiz, apunta que el sector español ha sorteado estos años “como un ejemplo de resiliencia y adaptación. Las empresas supieron responder a los nuevos retos, situando al sector logístico a la vanguardia de la recuperación y siendo un factor clave a la hora de importar y distribuir materiales básicos”. Sin embargo, añade, “la situación económica derivada de la guerra en Ucrania, con el impacto sucesivo en energía, inflación, tipos de interés y riesgos financieros, retrasarán la recuperación más de lo previsto”.
De hecho, el crecimiento sostenido del sector de la carga aérea se puede comprobar si se analiza el crecimiento de los principales aeropuertos con respecto a 2021. Todos ellos, a excepción de Zaragoza, dados los importantes tráficos de Inditex con Rusia, han experimentado un crecimiento significativo. De hecho, “Madrid ha batido su propio récord y ya está por encima de los datos prepandemia, al igual que el aeropuerto de Vitoria. Por tanto, que en las cifras generales no se hayan superado todavía los niveles prepandemia, es debido fundamentalmente a la disminución de volumen del aeropuerto de Zaragoza”, explica Cuéllar.
Nuevo panorama
El nuevo escenario al que se enfrenta el sector de la carga aérea tiene que ver más con retos económicos y la entrada de nuevos agentes que con el COVID-19. En este sentido, según explica el presidente de Foro MADCargo, la fuerte entrada de las navieras en el mercado como carriers es uno de los principales factores que van a determinar el futuro de la carga aérea.
Asimismo, el incremento de la capacidad de las bodegas de pasaje, pero, a su vez, el freno de la demanda por la situación económica global derivará en una variación de precios. “El aumento de capacidad y el frenazo en los volúmenes nos aboca a un ajuste tarifario que está por ver si se producirá de forma suave o abrupta”, estima Ruiz. Este análisis es compartido por Cuéllar, quien detalla que, según datos mundiales del mes de enero, la oferta de capacidad crece un 4% aproximadamente en términos anuales, mientras que la demanda global a decrecido cerca de un 15%.
Retos
Por tanto, los principales retos a corto plazo a los que se enfrenta la carga aérea están vinculados a cuestiones externas y no tanto internas del sector. Tanto es así que el presidente de Foro MAD Cargo señala que “la esperanza está puesta en que la economía china, que es el principal mercado de carga aérea mundial, resurja y vuelva a su velocidad habitual tras el abandono de la política COVID cero”.
Por su parte, el country manager de Gen-Air en España considera que los principales retos del sector son la adaptación a los cambios de la demanda y la competencia de otros modos de transporte, así como “encontrar el punto de equilibrio en los precios, tanto de servicios como de fletes, que nos permita ser competitivos y hacer frente a los cambios en la cadena de distribución en los que estamos inmersos”.
Por otro lado, en lo referente a los retos a medio y largo plazo, los dos expertos coinciden en que hay que trabajar por alcanzar la excelencia para mejorar la posición del mercado español a nivel europeo, a través del desarrollo de nuevas estrategias y la implementación de nuevas tecnologías.