De esas 46 aeronaves, 29 son de la familia A320 del Grupo Iberia, 23 de Iberia y 6 de Iberia Express, un claro síntoma de la reactivación de las operaciones para la época estival, que implica la minuciosa atención y revisión de las aeronaves y sus motores, tras llevar más de un año en tierra por la reducción de la actividad aérea durante la pandemia. En este periodo, Iberia Mantenimiento ha realizado tareas de preservación a más de 150 aviones en Madrid, Palma de Mallorca, Málaga y Sevilla.
Para que un avión vuelva a estar operativo se requieren varios días de trabajo, de acuerdo a los programas de mantenimiento de cada operador. Por un lado, se retiran las protecciones que preservan al avión frente a agentes externos como insectos, aves o corrosiones.
Por otro, se prueban los motores, se revisan los sistemas, como el hidráulico, el eléctrico o el aviónico, y elementos esenciales, como el tren de aterrizaje, los frenos y las ruedas, entre otras tareas.
En algunas aeronaves será necesario, además, realizar tareas de mantenimiento mayor en las instalaciones Iberia Mantenimiento en La Muñoza, al coincidir la puesta en servicio con la revisión recurrente que tuviera programada el avión.