Europa tiene claro su objetivo (reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% de aquí a 2030) y tiene claro cómo conseguirlo: reduciendo el uso de combustibles fósiles en todos los medios de transporte. El aéreo, el más complicado de descarbonizar, ya ha dado los primeros pasos.
Madrid. Tal y como recoge la web oficial del Consejo Europeo, la iniciativa “ReFuelEU Aviation” forma parte del paquete de medidas “Objetivo 55” o “Fit for 55”. Este paquete, presentado por la Comisión Europea el 14 de julio de 2021, tiene por objeto permitir a la UE reducir sus emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los valores de 1990, y lograr la neutralidad climática en 2050.
El 2 de junio de 2022, el Consejo de Transporte alcanzó una orientación general sobre la propuesta. Tras las negociaciones interinstitucionales entre el Consejo y el Parlamento Europeo (diálogos tripartitos), los dos colegisladores alcanzaron un acuerdo político provisional sobre el expediente el 25 de abril de 2023.
Así, tras ser adoptado formalmente el 9 de octubre de 2023 por el Consejo Europeo, el “ReFuelEU Aviation” empezó a ser aplicable a partir del 1 de enero de 2024, aunque a efectos prácticos, no será efectivo hasta el 1 de enero de 2025, cuando entran en vigor los artículos 4 (porcentaje de combustibles de aviación sostenibles disponible en los aeropuertos de la Unión), 5 (Obligación de repostaje para los operadores de aeronaves), 6 (Obligación de la entidad gestora de un aeropuerto de la Unión de facilitar el acceso a los combustibles de aviación sostenibles), 8 (Obligaciones de notificación de los operadores de aeronaves) y 10 (Obligaciones de notificación de los proveedores de combustible de aviación), tal y como se recoge en el Artículo 18.
El porcentaje mínimo de SAF es del 2% para 2025, del 6% para 2030, del 20% para 2035, del 34% para 2040, del 42% para 2045, y del 70% para 2050
El transporte aéreo representa el 14,4% de las emisiones de transporte de la UE, según los últimos datos disponibles de 2018. Por ello, el Reglamento “ReFuelEU Aviation” obligará a los proveedores de combustibles para aeronaves de los aeropuertos de la Unión Europa a aumentar gradualmente la cantidad de combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés), principalmente sintéticos, que suministren. El porcentaje mínimo de combustibles SAF es del 2% para 2025, del 6% para 2030, del 20% para 2035, del 34% para 2040, del 42% para 2045, y del 70% para 2050. Además, las aerolíneas que salen de los aeropuertos de la UE estarán obligadas a efectuar el repostaje de las aeronaves solo con el combustible necesario para el vuelo, a fin de evitar emisiones relacionadas con el exceso de peso provocado por las prácticas de sobrerrepostaje. Los aeropuertos de la UE también deberán garantizar la infraestructura necesaria para suministrar, almacenar y repostar combustibles de aviación sostenibles. Además, es obligatoria la creación de un sistema de etiquetado de la Unión sobre el rendimiento medioambiental destinado a los operadores de aeronaves que utilicen combustibles sostenibles, “lo que ayudará a los consumidores a elegir con conocimiento de causa y promoverá vuelos más ecológicos”.
Este Reglamento “permitirá alcanzar condiciones de competencia equitativas para el sector; aumentar la producción y utilización de los combustibles sostenibles a precios competitivos; más innovación e inversión en transporte aéreo y marítimo sostenible; y un transporte más responsable con el medio ambiente para los ciudadanos de la UE”.
CORSIA: un refuerzo para la estrategia europea
Todos los países miembro de la UE pertenecen a la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), organismo que trabaja para mejorar el comportamiento medioambiental del sector aéreo. En este sentido, la OACI está trabajando en la mejora de la tecnología aeronáutica; en mejoras operativas; en combustibles de aviación sostenibles; y en el Plan de Compensación y Reducción del Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA).
El CORSIA pretende limitar cualquier aumento anual en las emisiones totales de CO2 de la aviación civil internacional por encima de los niveles de 2020. Esta normativa cuenta con una fase piloto, que se desarrolló desde 2021 hasta 2023, y con una primera fase que se iniciará este 2024 y durará hasta 2026. El mecanismo del CORSIA funciona de tal manera que obligará a todo operador aéreo al seguimiento (MRV) de sus emisiones de carácter internacional. Adicionalmente, los operadores aéreos estarán sujetos a la obligación de compensación de las emisiones producidas en rutas cuyo origen y destino sean estados participantes en CORSIA.