La falta de conductores afecta a todas las empresas y, ante esta realidad, el secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), Juan José Gil, alerta sobre las duras condiciones de la profesión y de la falta de ayudas a transportistas autónomos de edad avanzada, hechos que siguen dificultando la contratación de nuevos conductores profesionales en España.
“A nuestro entender, el problema de la falta de conductores no es exclusivamente económico”
Juan José Gil · Secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer)
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¿En qué momento se encuentran las pymes del sector del transporte de mercancías por carretera?
Nosotros partimos del objetivo de que lo que es bueno para el pequeño es bueno para el grande. Por tanto, aunque representamos tanto a pymes como a grandes empresas, nuestra prioridad es conseguir un marco jurídico adecuado para las de menor tamaño ya que eso redundará en beneficio también de las grandes empresas.
A su juicio, ¿cuáles son los grandes retos a los que deben dar respuesta las empresas de la carretera?
En la actualidad hay varios objetivos que marcan las prioridades de nuestra organización, que pasan, fundamentalmente, por mejorar la capacidad comercializadora de las empresas transportistas y mejorar su rentabilidad, lo que redundará en beneficio también de sus trabajadores.
También pedimos que todas las políticas en materia de sostenibilidad se hagan desde criterios realistas que posibiliten una transición adecuada para las empresas con independencia de su tamaño.
¿Qué mejoras recoge la Ley de Ordenación de Transporte Terrestre?
Es cierto que en los últimos 2 años se ha avanzado de forma muy sustancial recogiendo algunas de las reivindicaciones que históricamente venía planteando el sector, como es la prohibición de la carga y descarga por parte de los conductores, la reducción de los tiempos de espera, la aplicación automática en las tarifas de la revisión por el precio de los combustibles y, en especial, la prohibición de la contratación por debajo de costes que venía reclamando nuestra federación en la última década. Esta medida, que es pionera en toda la Unión Europea, emulando los principios de la Ley de Cadena Alimentaria en el Sector Agrario, deberá ser desarrollada en los próximos años para una mejor aplicación efectiva.
¿Cuál cree que será el efecto del Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible en la actividad del transporte de mercancías por carretera?
Este Proyecto de Ley está enfocado principalmente para el transporte de viajeros, en el que se plantean diferentes medidas para conseguir un transporte más eficiente; sin embargo, para el transporte de mercancías su repercusión es muy residual, a excepción de la posibilidad de establecer peajes en el ámbito urbano, ya que en principio lo que se refiere a la tarificación en la red de viaria nacional queda fuera de dicha ley. También se contempla la exigencia de que los documentos de control que acompañan a la mercancía se hagan en formato digital a partir de 2026. No obstante, habrá que esperar a ver cómo evoluciona durante su tramitación parlamentaria para ver cómo queda finalmente dicha Ley.
En diciembre, se prevé la aprobación de la nueva normativa de pesos y dimensiones. ¿Cómo creen que afectará al transporte por carretera? ¿Tendrá algún beneficio para los transportistas?
Teniendo en cuenta que en todos los países de nuestro entorno ya está establecido el aumento del tonelaje y que la Unión Europea última la aprobación de una modificación de la Directiva sobre Pesos y Dimensiones en las que también se establece este nuevo tonelaje máximo para los camiones, la norma nacional lo que va a establecer es cómo se regula en España. En este sentido, Fenadismer exigió, desde el primer momento y así finalmente se ha recogido, una normativa que no favoreciera a las grandes empresas frente a los pequeños transportistas, por lo que, en principio, una vez aprobada cualquier transportista sea cual sea la antigüedad de su vehículo va a poder acogerse a la nueva regulación.
En todo caso, debe quedar claro que en la actualidad un alto porcentaje de los servicios de transporte de mercancías que se realizan no llegan a alcanzar el peso máximo permitido, por lo que este aumento de tonelaje tendrá una aplicación muy limitada para determinados tipos de mercancías a transportar.
¿Cuál es la relación que mantienen con el Ministerio de Transportes?
En la actualidad, junto con las demás organizaciones que componen el Comité Nacional de Transporte por Carretera, se están abordando los temas de mayor preocupación para el sector, como son la descarbonización, la escasez de conductores y la comercialización de la actividad principalmente, aunque es cierto que pese a haberse cumplido un año desde la conformación del actual Gobierno aún no se han aprobado medidas concretas en cada uno de estos ámbitos.
Uno de los grandes problemas del sector es la acuciante falta de conductores. ¿Qué soluciones proponen desde Fenadismer para mejorar sus condiciones en materia de seguridad en las carreteras y en conciliación laboral?
El problema de la falta de conductores profesionales en el sector del transporte no es exclusivo de nuestro país, sino que la totalidad de los países de la Unión Europea y, en general, de los países occidentales desarrollados, existe una falta real de nuevos profesionales que accedan al sector del transporte, de la que España no es ajena.
A nuestro entender no es un problema exclusivamente económico, aunque lógicamente aquellas empresas transportistas que pagan más a sus conductores tienen más facilidad para encontrar nuevos profesionales; pero ahí hay que añadir las dificultades que suponen, en primer lugar, acceder a esta profesión por el alto coste que supone la obtención tanto del permiso de conducir como de certificado aptitud profesional, así como el carácter penoso de la actividad ya que en transporte nacional e internacional supone en muchos casos dormir fuera de domicilio más de una semana, lo que lo hace poco atractivo para una gran parte de la población, lo que ha llevado al sector a contratar profesionales de otros países.
¿La falta de ayudas a los transportistas autónomos de edad avanzada para el abandono de su actividad supone un riesgo para el relevo generacional de transportistas?
Hasta que no se aborde la cuestión relativa a la posible jubilación anticipada de los conductores profesionales, la medida en las ayudas al abandono que anualmente aprueba el Ministerio de Transportes es una solución transitoria que permite a los transportistas autónomos acceder a una ayuda económica para facilitarles un retiro digno. Sin embargo, en los últimos años dichas ayudas han resultado absolutamente insuficientes como lo demuestra el hecho de que apenas 1 de cada 3 solicitantes, pese a cumplir los requisitos, puede acceder a dichas ayudas, por lo que hemos solicitado al Ministerio de Transportes que incremente de forma considerable el presupuesto destinado a dicha ayuda.
“El proceso de descarbonización requiere de un programa potente de ayudas, de lo contrario puede colapsar”
Entremos en otro de los retos de la carretera: la sostenibilidad. ¿Qué herramientas son necesarias para fomentar la reducción de su impacto en el entorno en las empresas de transporte?
El proceso de descarbonización que se plantea desde la Unión Europea resulta muy ambicioso, con objetivos cero emisiones para el 2050, que requieren un programa potente de ayudas para que los transportistas, especialmente los de menor dimensión, puedan abordar adecuadamente dicho proceso, ya que de otro modo se corre el riesgo de que el sector del transporte por carretera colapse con lo que yo conllevaría de paralización del resto de las actividades económicas.
De cara al futuro, ¿la implementación de acciones destinadas a la sostenibilidad y la transformación digital servirá para mejorar la eficiencia en la cadena de suministro?
Efectivamente son dos de los factores que contribuirán a una mayor eficiencia de la actividad del sector del transporte, pero son procesos complejos que requieren de fuertes inversiones, así como el desarrollo de una infraestructura necesaria que permita su adaptación de forma adecuada.