Con la reciente entrada en vigor de la ordenanza que regula la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona (ZBE), la Asociación General d'Autònoms-Pimes Transportistes de Catalunya (AGTC) ha emitido un comunicado en el cual expresan su "profunda preocupación y protesta con relación al alcance y consecuencias de aplicar la ordenanza de ZBE con su actual redactado".De hecho, la ordenanza prevé que los vehículos sin distintivo medioambiental no pueden circular por la ZBE de Barcelona, lo que significa una superficie de 95 kilómetros cuadrados, "estableciéndose una moratoria de un año para aquellos vehículos destinados al transporte de mercancías por carretera".
En su comunicado, la AGTC explica que "conforme la memoria del impacto económica que acompañaba al Proyecto de la Ordenanza, el 56% de vehículos ligeros y el 59% de vehículos pesados censado en Barcelona dedicados al transporte de mercancías carecen de distintivo medioambiental y no podrán circular por la ZBE a partir del 1 de enero de 2021". Esto significa "la reconversión forzosa de más de un 50% del sector del transporte, en particular miles de vehículos de transporte deberán ser reemplazados por otros con etiqueta medioambiental en el improrrogable plazo de un año".
Según la Asociación, se trata de un objetivo "del todo inasumible e inalcanzable" por diferentes motivos, entre los que destacan la inexistencia de alternativa tecnológica para los vehículos pesados, el gran número de camiones y furgonetas que deberían sustituirse (alcanzando los 24.000 vehículos) y por la incapacidad financiera del tejido productivo del sector formado básicamente por autónomos y micropymes.
Además, continuan, "porque la Administración no garantiza que los vehículos que hoy se adquieran y puedan circular por Barcelona, lo puedan seguir haciendo de aquí a cuatro años, porque el coste de la adquisición ronda entre los 30.000 hasta los 120.000 euros por vehículos, por la falta de políticas activas por parte de la Administración para facilitar la reconversión del sector, y por la posibilidad de que miles de autónomos y pymes se verán condenados a dejar la profesión al no poder hacer frente a la renovación de la flota".
Desde la AGTC también manifiestan que "el sector del transporte de mercancías por carretera quiere ser parte activa de la lucha contra el cambio climático, con medidas que sean posibilistas, realistas y con políticas públicas activas compatibles con la reconversión del sector en un tiempo razonable".