Con restaurantes de carretera cerrados, los bomberos de Quail Creek (Arkansas), ofrecen comida gratis a los transportistas. Foto: Quail Creek Fire Department. Casi tres años después de aquel “American truckers first”, con Estados Unidos como tercer país del mundo con más infectados por Covid-19, con casi 50.000 casos, tan sólo superado por China e Italia, la situación se ha tornado crítica en un país cuya estructura federal dificulta a menudo la toma de decisiones comunes para todo el territorio.
El transporte de mercancías por carretera, que abastece de productos de primera necesidad al 80% de la población estadounidense, juega un papel vital en estos momentos de incertidumbre, al igual que en el resto de países. Sin embargo, la reacción del Gobierno Federal, liderado por Donald Trump, no ha sido lo ágil que las circunstancias demandaban, según varias asociaciones de transportistas, que exigen ahora que el “American truckers first” deje de ser un mero eslogan y se traduzca en medidas reales y concretas.
Peticiones
En una carta dirigida a Donald Trump, la OOIDA (Owner-Operator Independent Drivers Association), solicita al Gobierno Federal que ayude a los chóferes a afrontar de inmediato los problemas relacionados con el estacionamiento, los requisitos de tiempos de conducción, su aplicación y cumplimiento, así como unas condiciones mínimas de higiene y salubridad personal. “Desafortunadamente, nuestros profesionales se enfrentan a situaciones que ralentizan innecesariamente el movimiento de mercancías, limitan la efectividad de los esfuerzos de respuesta y ponen en peligro su seguridad personal, ante lo que el Gobierno Federal debe tomar medidas inmediatas para aliviar estos problemas, y buscar la coordinación con los Gobiernos estatales y locales, así como con las empresas”.