En su intervención, la presidenta de la asociación, Sonia García, señalo al referirse a 2020 que “fue el ejercicio de los proyectos aplazados, las expectativas congeladas y la incertidumbre. El año en el que nuestro sector demostró que su capacidad de superación y resistencia, lo que ahora se conoce por resiliencia, es una de nuestras señas más profundas de identidad”. “Sin tener clara su propia supervivencia, nuestras empresas han demostrado más y mejor que nunca su papel esencial en el abastecimiento de la población y la industria”, añadió a continuación.
Además de abordar las repercusiones de la crisis de la covid-19, los asistentes a la asamblea dieron su visto bueno a la continuidad un año más de los actuales miembros de la Junta Directiva, repasaron la memoria de actividades efectuadas el pasado año y analizaron los principales asuntos que afectan específicamente al sector del transporte de mercancías por carretera.
Asuntos de interés
Dentro de estas últimas cuestiones, los asociados trataron con mayor detenimiento los temas relativos a la interpretación de distintas disposiciones del Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT); la lucha contra el dumping; la competencia desleal resultante de la existencia de diferentes convenios; el alza del precio de los combustibles; el descontento por la próxima aprobación de las 44 toneladas y por la regulación de la carga y descarga; la anunciada implantación de nuevos peajes y del pago por uso de las carreteras; las reclamaciones contra los cárteles de camiones y de las petroleras, así como los problemas derivados de las paralizaciones de las labores de carga y descarga.
Del mismo modo, se analizó la necesidad de las empresas del sector de establecer alianzas entre sí para mejorar las condiciones de contratación; el borrador del Plan de Impulso de la Sostenibilidad del Transporte de Mercancías por Carretera (“Plan Impulsa”); la imprecisión del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia; la falta de ayudas para la renovación de flotas; la dificultad para hallar nuevos conductores; la falta de ayudas a las empresas y autónomos del sector por el covid-19; la reactivación de la pérdida de honorabilidad; la eliminación del requisito de antigüedad media de la flota; la modificación de la LOTT para establecer el régimen sancionador en el transporte; la labor del Grupo de Trabajo del Documento Electrónico de Transporte y las consecuencias de la aprobación del Paquete de Movilidad.
Inconvenientes
Sonia García expresó su malestar por el trato de las instituciones públicas a las empresas del sector tras desatarse la pandemia. “Cuando casi todo el mundo estaba parado, nosotros estuvimos ahí para lo que necesitaran, pero a la hora de definir medidas excepcionales no contaron con nosotros. No podíamos acceder a los ERTE ni a los planes Renove, pero sí soportar las obligaciones de usar vías de peaje y de invertir en vehículos menos contaminantes, aunque mucho más caros”.
A continuación, se dirigió a las administraciones competentes para decirles “alto y claro” que las empresas del sector ya pagan más impuestos que el resto de contribuyentes y que, si no comparten esa afirmación, les propone que envíen un cálculo detallado, “como la factura de la luz”, que explique “a dónde va cada céntimo de euro de los diferentes impuestos que pagamos; para que, después, nos descuenten las contribuciones fiscales destinadas a servicios o inversiones públicas que no utilizamos”.
La presidenta ejemplificó la situación que atraviesa el sector del siguiente modo: “sube el precio de la electricidad, es noticia de portada y el Gobierno toma medidas de urgencia. ¿Por qué? Porque afecta a toda la población. Entonces, me pregunto: ¿por qué si sube el precio del combustible no sucede lo mismo que si lo hace el de la electricidad? Porque aquel no afecta al consumidor final. Si a cada producto que se transporta se le pudiera indexar la subida del precio del combustible, posiblemente ese aumento de coste no sólo lo pagaríamos las empresas de transporte. Ahí está la cuestión: como somos empresas, personas físicas o jurídicas, autónomos o sociedades, se entiende que podemos ayudar a la recuperación económica de todos los sectores, menos del nuestro”.
Resiliencia
“Estoy segura de que la palabra resiliencia, que ahora todo el mundo sabe lo que significa, la inventamos nosotros. Encadenamos las crisis porque todas nos afectan: las propias del sector más las que castigan a todo el mundo. Parecía el pasado año que las administraciones se habían dado cuenta de ello, pero pronto se han olvidado. Ahora, las arcas públicas necesitan obtener nuevos ingresos, pero, por favor, no se acuerden de nosotros, que no estamos entre los sectores más fuertes de la economía, sino entre los más débiles”, remarcó la presidenta.
Actividades para avanzar en el "crecimiento, conocimiento y reconocimento" Respecto a las actividades programadas en el segundo semestre de este año, la presidenta Sonia García expresó la voluntad de la Junta Directiva de intentar “avanzar por todos los medios en tres vectores esenciales: crecimiento, conocimiento y reconocimiento”. Con tal fin, Asetrabi se propone recuperar sus planes para:
- Convocar jornadas técnicas sobre ADR, Batuz, Plan de Igualdad, etc.
- Organizar sesiones de cooperación y de networking entre empresas asociadas y entre empresas de las provincias próximas.
- Estrechar la colaboración con instituciones como el Instituto Vasco de Logística, UniportBilbao, el Departamento de Transportes de la Diputación Foral de Bizkaia, la Dirección de Planificación del Transporte del Gobierno Vasco, el Foro de Movilidad de Bilbao y Aparkabisa, entre otras.
- Suscribir convenios con asociaciones y organizaciones afines.
- Mantener e incrementar las relaciones con los proveedores.
Cooperación
En 2020, pese a las “limitaciones que impuso la pandemia”, indicó la presidenta, Asetrabi mantuvo sus relaciones de cooperación con las instituciones señaladas y prestó su apoyo a las empresas del sector del transporte por carretera de Bizkaia con los medios de gestión, formación e información a su alcance. Así, además de sus habituales tareas de tramitación administrativa al servicio de las empresas, Asetrabi organizó 15 cursos en los que se inscribieron 219 alumnos, envió 222 circulares y 46 boletines informativos y mantuvo una activa y creciente presencia en las redes sociales. En relación con el presente ejercicio, Sonia García expresó su confianza en que sus datos de cierre “reflejen la estabilidad y el crecimiento que deseamos y merecemos”.