Este 1 de julio ha entrado en vigor el peaje para los camiones que circulen por las vías A-8, BI-10, N-636 y BI-30 de la red vizcaína
Asotrava reitera su rechazo a la Fase II de peajes a camiones en Bizkaia por “recaudatoria y discriminatoria”
La Asociación de Transportistas Autónomos Vascos sostiene que los peajes no favorecen el acceso a la profesión.
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La Asamblea General anual de la Asociación de Transportistas Autónomos Vascos (Asotrava) , ha mostrado su frontal rechazo la segunda fase de los peajes a los camiones en varias vías del territorio de Bizkaia, impulsada por la Diputación Foral.
BILBAO. La Asamblea General anual de Asotrava analizó hace unos días, entre otras cuestiones, la puesta en marcha este 1 de julio de la Fase II de la implantación de los peajes por carreteras bizkaínas para camiones, que ya comenzó el año pasado.
Asotrava considera que se ahonda en una medida “básicamente recaudatoria y discriminatoria al no ir dirigida a todos los usuarios de las vías, sino que se pone únicamente en la diana al transporte de mercanclas, restando competitividad al transporte de Bizkaia frente a otras comunidades”.
Repecutir el coste en el cliente
“No es el transporte de paso de otras comunidades, que circula puntualmente por nuestras carreteras, quien pagará este peaje, sino nuestros transportistas vizcaínos, usuarios habituales de estas carreteras, que hacen varios repartos al día por dichas carreteras”, denuncia la Asociación, que advierte que los transportistas “tendrán que repercutir dicho costo al cliente, puesto que es un gravamen a la mercancía que se transporta, y que no tiene que asumir el transportista cuya mercancia no es suya”. Por ello, Asotrava sostiene que será el cliente final, el consumidor o ciudadano quien asuma dicho costo. Asimismo, durante la Asablea General Anual también se recordó que medidas de este tipo no favorecen el acceso a la profesión, constituyendo la falta de conductores y de camiones “un problema para el transporte de mercancías que afecta a distintos sectores productivos y que puede convertirse en un problema de distribución de calado nacional, como ya está empezando a ocurrir”.