BILBAO. Con el lema de esta edición, “Las Ruedas del Cambio”, una de las grandes conclusiones de la Asamblea de ASTIC fue que los grandes transportistas demandan una unificación en la interpretación de las regulaciones sociales de la Unión Europea con el fin de que no se produzcan interpretaciones discriminatorias.
La Asamblea General reunió a grandes e históricas empresas de transporte internacional por carretera, que representan cerca del 20% de la facturación anual del sector. La patronal fundada en 1960, decana de las asociaciones del transporte por carretera en España, agrupa a más de 240 miembros con una “edad empresarial” media de 33 años, una facturación promedio que supera los 41 millones de euros anuales y una media de 120 vehículos pesados por compañía; organizaciones que, en su conjunto, dan empleo a más de 25.000 personas.
En el encuentro se pusieron encima de la mesa algunos de los temas que más preocupan a los operadores de transporte de nuestro país: la escasez de conductores profesionales, el crecimiento de las empresas en un contexto de costes disparados; la digitalización como palanca para mejorar la competitividad; cómo lograr una transición energética realista y justa; y la promoción de una percepción social positiva de un sector que es estratégico para el funcionamiento de nuestra economía y el bienestar de nuestra sociedad.
El presidente de ASTIC, Marcos Basante, hizo hincapié en el momento de enorme incertidumbre que están atravesando las empresas del sector, que tienen que enfrentarse a costes disparados -incluyendo los peajes de CO2 para camiones que se están implementando en la UE-; a una avalancha regulatoria y a una inseguridad jurídica que frena su competitividad; así como a las exigencias medioambientales de la UE: “El reglamento exige una reducción del 90% en emisiones para vehículos pesados para 2040 y del 100% para autobuses urbanos en 2035, una ambición desproporcionada sin el adecuado soporte de infraestructuras y medidas que lo faciliten”, advirtió Basante.
“Lograr un transporte por carretera climáticamente neutro sólo es posible con un compromiso equitativo de todas las partes: reguladores, fabricantes de vehículos, transportistas, sus clientes y, por supuesto, sus proveedores de energía. Es muy necesario contar con una aproximación pragmática sin sesgos ideológicos y tomando como base el principio de neutralidad tecnológica, permitiendo la combinación de todas las opciones energéticas sostenibles disponibles”, explicó el presidente de ASTIC.
En el apartado socio-laboral se habló del Real Decreto que el Gobierno acaba de aprobar y que da prioridad a los convenios autonómicos sobre el nacional. “Esta desconcertante decisión del Gobierno empantana aún más las negociaciones del III Acuerdo General de Mercancías. En ASTIC siempre hemos estado a favor de un convenio colectivo nacional único porque la fragmentación geográfica en este aspecto enmaraña la negociación colectiva y rompe el equilibrio en el terreno de la competencia entre empresas”, explicó José Manuel Pardo, director Técnico de la patronal, quien agregó que “deberíamos ser capaces entre todos de regular las condiciones en las diferentes provincias para armonizarlas, fijando salarios mínimos de garantía, dietas de conductores y jornadas nacionales”.
Otro aspecto del que se debatió en este encuentro fue la reducción de la jornada laboral (de 40 a 37,5 horas), que está impulsando la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz. “Esta medida afectará de lleno a nuestro sector, donde existe una regulación especial de la jornada de los ‘empleados móviles’ (conductores profesionales) debido a las singulares características de estos puestos de trabajo. La jornada debería establecerse por acuerdo entre los interlocutores sociales, tal como estábamos negociando en el III Acuerdo General. Además, esta reducción agravará el problema de la falta de conductores”, indicó Pardo.