El acto central de la jornada se desarrolló en el Tinglado nº2 del Puerto de Valencia, donde se celebró la tradicional bendición de los vehículos, la entrega de las Insignias de San Cristóbal y la comida, aunque la jornada comenzó bien pronto en la sede de la FVET con una misa de campaña, la salida de la imagen del Santo y el inicio de la cabalgata-procesión de vehículos por el centro de la ciudad hasta llegar al recinto portuario.
El conseller de Política Territorial, Arcadi España, y el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, acompañaron a los transportistas en sendos momentos de la jornada, pero más destacable fue la presencia del presidente de la CEV, Salvador Navarro, del presidente de la APV, Aurelio Martínez o del director general de Transportes, Carlos Domingo, que estuvieron en la fiesta hasta su conclusión.
El presidente de la FVET fue muy claro durante su intervención, “somos un caso atípico porque somos capaces de reunir a 700 personas en torno a una mesa para celebrar nuestro día, pero no somos capaces de trasladar esta imagen de unión a la sociedad. El transporte terrestre por carretera es un sector estratégico, aunque no se nos percibe así y tenemos que hacer autocrítica”. Prades alentó a los presentes a “hacernos valer frente a los que sólo parecen querer aprovecharse de nuestro trabajo” como parte de ese “cambio de actitud que necesitamos”.
Asimismo, pese a que admitió que “no podemos quejarnos de que la Administración no nos escuche, tendrá que llegar el momento de que lo que les decimos se traduzca en medidas concretas. Que cada vez que nos citen y haya cambiado el interlocutor no haya que volver a empezar a explicar problemas que llevan años sobre las mesas”.
Prades también lamentó que se pretenda hacer una reconversión del sector “amparándose en la preservación ambiental, demonizando un tipo de combustible o dirigiéndonos hacia otros pero sin ningún tipo de política que incentive esas grandes inversiones”. En este sentido, explicó que la liberalización de las autopistas no puede ir acompañada de nuevas tasas o euroviñetas ya que el sector tiene una “nula capacidad de repercutir nuevos costes y está asfixiado por una altísima fiscalidad”.
El presidente de FVET lamentó que cada día es menos atractiva la profesión, tanto desde el punto de vista de la empresa, como desde la parte de los conductores “al encontrarnos con empresas, de las que no nos orgullecemos, que someten a sus plantillas a tarifas planas”.
Pese a todo, Carlos Prades instó a no caer en el desaliento porque “de verdad este sector vale la pena. Hace un año me puse al frente de esta Federación porque creo que juntos somos capaces de afrontar las cosas con mayor determinación, pero necesitamos creer que las cosas se pueden cambiar y creer en el futuro de esta profesión. Debemos pelear el presente para dejar un futuro a nuestros hijos”, concluyó.
San Cristóbal atisba un año más la bendición de camión tras camión. Galerías San Cristóbal 2019 09 julio 2019