VALENCIA. Una de las barreras con las que el sector del transporte de mercancías por carretera se encuentra para poder acometer procesos de renovación de flotas en los que incorporar unidades eléctricas es su alto precio. De hecho, en algunas ocasiones estos camiones triplican el precio de una unidad de combustión.
Uno de los factores que encarecen esas unidades es la capacidad de las baterías: cuanta más autonomía se desea, más inversión se requiere. Por eso, el poder aumentar la capacidad de almancenamiento de esas baterías podría ser un aliciente para que las empresas de transporte terrestre, que en numerosas ocasiones se muestran reacias a utilizar camiones eléctricos por la menor distancia que recorren antes del repostaje.
En una jornada organizada por SGS sobre los retos que en materia de movilidad tiene la Comunitat Valenciana, la cadena de valor de la industria de la automoción -representada por Alfredo Soler, presidente de Propeller Valencia; Francisco Segura, presidente del Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana (AVIA); y Enrique Planells, delegado de Grandes Clientes y Administraciones Públicas de Iberdrola en Comunitat Valenciana y Región de Murcia- se mostró confiada en que el futuro desarrollo de esas baterías pueda hacer más competitivo el mercado de los camiones eléctricos.