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El nuevo ROTT refleja “una política incoherente” en el transporte terrestre

El nuevo Reglamento de Ordenación del transporte Terrestre (ROTT), que entró en vigor el pasado febrero, es reflejo de “una política incoherente” en el ámbito del transporte terrestre. Así lo aseguró ayer Eugeni Mañes, secretario general de la patronal sectorial Transcalit, durante una jornada organizada por esta entidad en Barcelona que tenía como principal objetivo explicar al sector las novedades que aporta este nuevo reglamento.

  • Última actualización
    25 marzo 2019 16:31

La opinión de Mañes se basa en el hecho de que el nuevo ROTT, “por una parte liberaliza el sector porque marca unos requisitos de acceso inferiores” a la normativa anterior –con estar en posesión de un único camión ya es suficiente para optar a una autorización de transporte–, pero por otro, “dificulta dicho acceso”, con una serie de disposiciones que complican el ejercicio de la actividad.

Estas dificultades para la actividad de las empresas de transporte terrestre se muestran en distintas disposiciones del nuevo ROTT, pero quizás dos son los ámbitos más llamativos al respecto: el mantenimiento de la “honorabilidad” por parte de las empresas y las tareas que debe llevar a cabo el gestor del transporte, una figura a la que se hace responsable de tantas y tan variadas funciones que “sinceramente, dudo que ningún gestor de transporte de una flota importante pueda llevarlas a cabo”, señaló, convencido, el secretario de Transcalit.

Un gestor omnipresente

Y es que esta figura es la responsable de, entre otros, todas las autorizaciones y licencias de la empresa de transporte, entre ellas las relativas a los vehículos e instalaciones; la supervisión de todos los contratos de transporte, tanto propios como de empresas subcontratadas y proveedores; de la organización del trabajo de los conductores, teniendo en cuenta la reglamentación vigente sobre jornada laboral y tiempos de conducción y descanso;o  supervisar que la empresa cumple cuantas obligaciones le incumban en relación con la expedición, suscripción, utilización y conservación de documentos de control relativos a su actividad de transporte.

Por si ello no fuera poco, el gestor de transporte debe tambien supervisar que la contabilidad de la empresa refleje adecuadamente las operaciones que guarden relación con el transporte; supervisar que todos los vehículos utilizados por la empresa se encuentren habilitados para circular, habiendo superado las inspecciones técnicas que resulten exigibles, así como supervisar que tienen instalados y en condiciones de funcionar el tacógrafo, el limitador de velocidad y demás instrumentos obligatorios; o supervisar que los otros transportistas u operadores con los que, en su caso, la empresa contrate servicios o actividades de transporte se encuentren autorizados para prestar dichos servicios, entre otros.

Empresas honorables

Sobre la honorabilidad, Eugeni Mañes recordó que la pérdida de ésta acarrea automáticamente “que las autorizaciones caigan en suspensión y esto es muy grave para una empresa de transportes”. Y lo peor es que con el nuevo ROTT se puede perder dicha honorabilidad “por incurrir en sanciones que no siempre dependen de la propia empresa”, precisó el secretario de Transcalit. Y enumeró algunas de ellas, como la falta de documentación en el transporte, el exceso en tiempos de conducción de algún chófer, etcétera.

La supuesta simplificación de acceso al mercado del nuevo ROTT, la renovación de los visados de oficio, la responsabilidad del gestor del transporte y la desaparición de la tarjeta física, que responde al objetivo de simplificar los trámites administrativos son, a juicio de Lluís Angosto, responsable de Estudio y Análisis Jurídico de la dirección general de Transportes y Movilidad de la Generalitat de Catalunya, las principales novedades del ROTT.

Durante su intervención, Angosto dejó claro que el transporte de mercancías por carretera es un sector “con una regulación tan intensa por parte de la administración” porque, al ser considerado sector estratégico, se quiere “garantizar al máximo su estabilidad”.

Jesús Lozano, presidente de Transcalit, y Josep Maria Fortuny, subdirector general de Ordenación del Transporte y Desarrollo Sectorial de la Generalitat de Catalunya, coincidieron en señalar que en la actualidad el sector se enfrenta a numerosos retos –última milla, sostenibilidad, multimodalidad, eficiencia o implantación de Uber Freight, entre otros– y que está por ver si el “verdadero cambio legislativo” que supone el nuevo ROTT dará respuesta a las necesidades que tiene actualmente el transporte de mercancías por carretera.

Josep Maria Fortuny, además, lanzó a los profesionales presentes en la jornada varias preguntas para la reflexión cuyas respuestas solo se conocerán con el tiempo, como si el nuevo régimen sancionador dará más armas para luchar contra el fraude; la influencia que tendrá el ROTT en la elevada fragmentación del sector; o si la tramitación administrativa reducirá realmente su complejidad.