Al cierre de esta edición, la situación de bloqueo en las carreteras francesas por parte de los agricultores seguía siendo de especial preocupación para el transporte español, que aguarda a nuevas medidas del Gobierno francés.
MADRID. A la espera de conocer las nuevas medidas que pondrá en marcha el Gobierno francés para amainar las manifestaciones de los agricultores en las principales carreteras del país, la industria del transporte de mercancías por carretera español muestra su preocupación por “el alto nivel de violencia ejercida por los agricultores franceses a los conductores y a las mercancías”.
Aunque ya han pasado 12 días desde que los agricultores franceses iniciaron sus protestas, la situación se agravó el viernes cuando los manifestantes empezaron a bloquear carreteras y a atacar a los camiones españoles que necesitaban pasar por dichas vías para entregar sus mercancías.
Desde entonces, nueve de las principales autopistas francesas se han convertido en zona hostil para los conductores, que no encuentran vías alternativas de acceso, ya que los manifestantes han cortado también las vías secundarias, tal y como confirmó ayer en declaraciones a Diario del Puerto el secretario general adjunto de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), Dulsé Díaz.
Nueve de las principales autopistas francesas se han convertido en zona hostil para los conductores
De hecho, la Confederación mandó el lunes un escrito al Gobierno español solicitando “información y respaldo ante la situación de los transportistas españoles en Francia”, que todavía no ha recibido respuesta.
En este sentido, todas las asociaciones denuncian la ausencia de apoyo por parte del Gobierno de España, especialmente por parte del ministro de Transportes, que hasta las 16:00 horas de la tarde ayer no emitió respuesta a la carta mandada por la Asociación de Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) exigiendo al Gobierno “que actúe de forma inmediata para proteger la seguridad y los intereses de las empresas de transporte de mercancías”.
Según detalló a este Diario su vicepresidente ejecutivo, Ramón Valdivia, Puente reconoció estar al tanto de la situación y aseguró haber activado las comunicaciones con el Embajador de Francia.
Asimismo, Valdivia apuntó que “muchos cargadores, aunque no de forma generaliza, están presionando a los conductores, lo que incrementa la angustia de los transportistas”.
Agricultores españoles
Por otro lado, las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias, ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) acordaron ayer retomar el calendario de movilizaciones para reclamar “un ambicioso plan de choque que recoja medidas tanto a nivel de UE, como de Gobierno de España y de las Comunidades Autónomas”.
Tal y como se indica en el comunicado, inicialmente, los actos de protesta se desarrollarán en el ámbito más regional durante las próximas semanas.
Ante este anuncio, las principales asociaciones de transporte por carretera piden “respeto a los camiones” e instan a los agricultores a “ver a los transportistas como aliados”.
Así, tanto CETM como Fenadismer y ASTIC reconocieron el derecho a manifestación del sector agrario, pero subrayaron la necesidad de que no se incurra en las actuaciones violentas que se están viviendo en Francia y de que se respete la libre circulación de las mercancías.
“Esperemos que no repliquen las actuaciones de los agricultores franceses porque, además, los españoles son los que están sufriendo las consecuencias”, indicó el secretario general de Fenadismer, Juan José Gil.
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Dulsé Díaz
Secretario general adjunto de CETM
“Detectamos que los bloqueos son más vivos que nunca. Antes únicamente cortaban las principales vías de acceso y los transportistas podían buscar rutas alternativas; ahora lo tienen todo cortado. Los conductores que están viviendo esta situación en primera persona sienten miedo y frustración. No les dejan poner denuncias cuando les vacían la carga que, o la queman, o se la quedan. Necesitamos que esto se solucione, pero con medidas que permitan eliminar este problema a largo plazo, ya que llevamos 50 años pagando las consecuencias de esta situación”
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Ramón Valdivia
Vicepresidente ejecutivo de ASTIC
“Los conductores están enfadados y disgustados porque su decálogo número uno es dar el servicio y ser eficaces. Este conflicto está durando demasiados días y, más allá de los camiones con carga agrícola, está sufriendo toda la industria de transporte español y sufren las consecuencias camiones con textil, piezas de automoción, productos químicos.... Además, es importante destacar que la mitad de los camiones que cruzan la frontera van a Francia, pero la otra mitad no. Otra de las claves de este conflicto es quién va a pagar los costes que se están generando por carga, horas y viajes perdidos”
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Juan José Gil
Secretario general de Fenadismer
“Vemos que esta situación se ha enquistado. Los agricultores franceses se sienten fuertes e impunes ante la pasividad de las fuerzas de seguridad francesas. Estas actuaciones no se están concibiendo como actividad delictiva, pero lo cierto es que es una odisea cruzar Francia porque atacan a los camiones y tiran la mercancía. Francia ahora mismo es un campo lleno de bloqueos y ninguna ruta es segura, a pesar de que muchas mercancías no tienen como destino Francia, si no, por ejemplo, Reino Unido”
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José Ángel Hernández
Secretario general de FET
“El suministro a las Islas Canarias no se ha visto especialmente afectado por la capacidad de almacenamiento que tienen los operadores, pero ya se ha notado cómo algunos buques vienen con menos carga. Sin embargo, lo que más afectado se está viendo es la exportación. Hay camiones detenidos a la entrada de Francia, sobre todo con carga de plátanos y tomates. Aunque desde Canarias el transporte a territorio continental es pequeño, los camiones que sí lo hacen se han visto afectados y, cuando antes hacían el trayecto en un día, ahora están tardando una semana”
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Manuel Pérezcarro
Secretario general de FROET
“La situación es caótica. A pesar de las evidentes trabas circulatorias y los riesgos que debe asumir el conductor, los clientes presionan para sacar sus mercancías. Los daños por paralizaciones, retrasos en las entregas, destrucción de mercancías, pérdidas de viajes de retorno, etc. serán cuantiosas. El Gobierno de España no ha dado respuesta alguna a las demandas del sector en defensa de sus derechos. Lamentable”.
