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El transporte por carretera sufre una asfixiante carga impositiva y de costes sociales

  • Última actualización
    31 octubre 2024 14:03

La alta carga impositiva y el exceso de regulación pone en riesgo la rentabilidad de algunas empresas de transporte internacional de mercancías por carretera. Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) y miembro del Comité Ejecutivo de Presidencia de la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), denuncia esta situación, aunque se muestra optimista ante la implementación de la nueva normativa de pesos y dimensiones.

¿Cuál es la principal demanda de ASTIC en España y en Europa?

Llevamos años demandando acabar con el exceso de intervencionismos regulatorios que torpedean la sostenibilidad y el crecimiento de nuestras empresas de transporte. Abogamos por mejorar las condiciones laborales de los conductores, como extender la prohibición de la carga y descarga a toda la UE, promover inversiones e incentivos para crear aparcamientos para camiones seguros y confortables e incrementar las dotaciones presupuestarias suficientes para mejorar su formación.

A nivel europeo, demandamos una unificación en la interpretación de la normativa social de la UE con el fin de que no se produzcan interpretaciones discriminatorias.

Por lo que respecta en España, el transporte por carretera sufre una asfixiante carga impositiva y de costes sociales. Este sector ya desembolsa 12.000 millones de euros anuales a las Arcas Públicas, la mayor parte procedente del Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos. Además, en 2023, el Gobierno subió las bases máximas de cotización un 8,6%.

Por otro lado, en ASTIC siempre hemos tenido claro que la fragmentación que arrastra el sector, donde actualmente operan más de 99.000 empresas de transporte de mercancías por carretera, es un lastre para su competitividad ya que le convierte en el eslabón de la cadena de suministro más débil a la hora de negociar con clientes y proveedores, por ello, demandamos también la creación de un convenio colectivo nacional único.

La falta de conductores y el relevo generacional es una de las grandes preocupaciones del sector. ¿Qué acciones promueve su Asociación para hacer frente a esta problemática?

La falta de conductores de camión no sólo afecta a las empresas de transporte, nos afecta a todos. Nuestros conductores son una pieza clave en la cadena de suministro de cualquier economía.

Aparte de recurrir a la contratación de personas de otros lugares de la UE como de terceros países de África o Latinoamérica, desde algunas de nuestras empresas asociadas están financiando parte de la formación de estos futuros transportistas que luego incorporan a sus plantillas. Recordemos que, en toda la UE, además del carné de conducir para camiones, tienen que aprobar el CAP (Certificado de Aptitud Profesional). Una formación que, en total, puede superar los 4.000 euros. Desde ASTIC llevamos años demandando que se vincule el proceso de obtención del carné de conducir al sistema educativo reglado y que se financie parcial o totalmente esta formación.

Y en materia de seguridad y conciliación, ¿qué se puede hacer?

El 96% de las mercancías se transporta en camión en nuestro país y el 75% de lo que exportamos a la UE también se mueve de esta manera en términos de toneladas/kilómetros. Partiendo de esta premisa, los camiones los conducen unos profesionales a los que debemos valorar, cuidar y respetar por su labor.

ASTIC es miembro fundador de dos iniciativas, cuyo objetivo es la mejora de las condiciones laborales de los conductores de camión: Truck Friendly Movement, junto a la Asociación de Cargadores de España (ACE), el Centro Español de Logística (CEL) y el Clúster Logístico de Aragón (ALIA); y “El Conductor Al Frente”, un proyecto europeo que suscribieron en 2021 la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), el Consejo Europeo de Cargadores y la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) que, junto a Transprime, promovemos en España.

Por otra parte, hay compañías afiliadas que han invertido en áreas de descanso totalmente equipadas para sus conductores: Disfrimur, que ya cuenta con siete áreas de descanso propias en diferentes puntos de España, CEPSA y su Truck Village; o bien el operador de transporte Trucksters, cuyo sofisticado sistema de relevos, basado en inteligencia artificial, permite a los conductores dormir cada día en sus casas.

$!La escasez de conductores, la sostenibilidad y la digitalización del sector fueron algunas de las temáticas que se debatieron en la última Asamblea de ASTIC.

El Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible sigue su debate, aunque todavía no hay fecha para su aprobación. ¿Cómo afectará la aprobación de esta ley al transporte por carretera?

Me gustaría destacar que es la primera vez que una ley contempla la movilidad como un derecho social, un derecho de toda la ciudadanía. En ASTIC confiamos en que nos facilite la máxima cantidad de opciones posibles para que nuestro sector pueda reducir su huella ambiental.

Por otra parte, para que el transporte profesional por carretera pueda desarrollar su labor con eficacia y eficiencia, prestando puntualmente a la sociedad el servicio de movilidad de mercancías que nos demanda, debemos poder disponer de todas las alternativas energéticas sostenibles disponibles, respetando el principio de neutralidad tecnológica.

También es destacable que en el marco de esta Ley se ha fijado enero de 2026 como la fecha en la que la implementación del eCMR, la carta de porte electrónica debe ser obligatoria, algo que nos hubiera gustado que se produjera antes porque supone muchas ventajas para toda la cadena de suministro.

En diciembre, se prevé la aprobación de la nueva normativa de pesos y dimensiones. ¿Cómo afectará su aplicación al sector?

Creo que la aprobación de esta norma será positiva para nuestro sector porque va en la línea que defendemos de “hacer más con menos” y, además, armonizamos criterios con otros 12 países donde ya están permitidas las 44 toneladas, incluyendo Francia, paso obligado para muchas de nuestras afiliadas que realizan transporte internacional.

Un punto muy positivo es que con esta nueva legislación se simplificará el uso de los duotráileres, vehículos que destacan por su capacidad para reducir las emisiones de CO2 y su excelente comportamiento en los ensayos relacionados con la siniestralidad en las carreteras. Además, suponen una buena solución ante la escasez de conductores profesionales ya que pueden transportar el doble de carga con un solo conductor. Actualmente, hay más de 400 rutas de duotráileres autorizadas en nuestro país.

No obstante, esta medida supondrá, sin duda, un aumento de costes para las empresas transportistas (aproximadamente un 16%).

¿Qué recursos son necesarios para aumentar la sostenibilidad en las empresas de transporte por carretera?

Si verdaderamente queremos que nuestro sector logre la tan ansiada transición energética se debe respetar el principio de neutralidad tecnológica. El Pacto Verde Europeo se inclina abiertamente por la electromovilidad, pero ésta no es la única solución para que el transporte por carretera de la UE alcance la neutralidad de emisiones en 2050, también debemos contemplar y potenciar el uso de los combustibles renovables.

Pretender que nuestro sector cumpla con los deberes impuestos por Bruselas (los fabricantes de camiones y autobuses deberán reducir sus emisiones de CO2 en un 45% para 2030 y en un 90% para 2040 respecto a 2019 en el total de los vehículos que vendan en la UE), es una auténtica utopía si tenemos en cuenta que en 2023 sólo se vendieron 2.600 camiones pesados (de más de 12 toneladas) eléctricos en la UE, es decir, el 0,9 % del total.

El impulso de la sostenibilidad y la digitalización en el transporte, ¿servirán para mejorar la eficiencia en la cadena de suministro?

Sin duda la sostenibilidad y la digitalización mejorarán el funcionamiento y la eficiencia de las cadenas de suministro. Según el informe “La era del transporte digitalizado”, realizado por PwC, los costes de nuestro sector podrían reducirse hasta un 47 % gracias a la digitalización. Pero debemos tener una idea clara: sin conductores, ninguna de estas “palancas” de progreso tiene sentido.

Los profesionales que cada día se suben a su camión son el último eslabón de la cadena de suministro. Sin ellos, los centros de producción no se conectarían con los centros de distribución y finalmente con los consumidores, la economía mundial colapsaría y la sociedad quedaría desabastecida. Por eso, aunque continuemos avanzando en transición energética y digitalización, algo que en ASTIC tenemos claro (por ejemplo, acabamos de lanzar el proyecto de los corredores digitales de tránsito de mercancías junto a nuestro partner tecnológico Usyncro): más nos vale solucionar la falta de relevo generacional en nuestro sector si queremos garantizar su supervivencia.

“Echamos de menos un poco más de atención a los temas relacionados con el transporte por carretera”

¿En qué momento se encuentra la relación entre ASTIC y el Ministerio de Transportes?

La colaboración con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha venido siendo buena y fluida, a través del CNTC; tanto con el anterior equipo, liderado por la ministra Raquel Sánchez como por el actual, capitaneado por el ministro Óscar Puente. Sin embargo, sí echamos de menos un poco más de atención a los temas relacionados con el transporte por carretera.

Nuestra última petición directa al ministro fue a finales de enero, cuando le demandamos, a través de una carta, medidas urgentes para acabar con los cortes y bloqueos indiscriminados de las carreteras por parte de los agricultores franceses; unos disturbios que durante semanas tuvieron como “rehenes” a los transportistas españoles, sus chóferes, sus camiones y las cargas que transportaban.

¿Qué ventajas tiene para una empresa de transporte estar afiliado a ASTIC?

ASTIC agrupa a grandes e históricas empresas de transporte internacional por carretera, que representan cerca del 20% de la facturación anual del sector. Nuestra patronal agrupa a más de 240 miembros con una “edad empresarial” media de 33 años, una facturación promedio que supera los 41 millones de euros anuales y una media de 120 vehículos pesados por compañía; empresas que, en su conjunto, dan empleo a más de 25.000 personas.

Los beneficios de formar parte de nuestra “familia” son, sobre todo, contar con una organización que cuenta con casi 65 años de experiencia representando y defendiendo los intereses de las empresas dedicadas al transporte por carretera ante los principales órganos de decisión e influencia nacionales e internacionales, particularmente el Gobierno de España y la UE.

En nuestro día a día, asesoramos jurídicamente a nuestros afiliados y les informamos sobre la normativa de especial relevancia tanto nacional como comunitaria. También les damos visibilidad y protagonismo en los medios de comunicación más representativos, así como en otras organizaciones empresariales, sindicales y gubernamentales. En el último ejercicio hemos aumentado el número de afiliados un 8%.