El pasado viernes saltó la noticia. Tras una inspección de mantenimiento, Fomento encontró una grieta en el viaducto de la A-3. Según apuntó Fomento, el deterioro de la pieza se ha producido por la rotura del cordón de soldadura, que unía las chapas de acero. "Una vez retirada la pieza, se enviará a laboratorios especializados para analizar las posibles causas de la rotura", apostilló el Ministerio. Ahora, tras el inicio de las obras de reparación del puente (que incluyen retirar la pieza afectada, preparar una plataforma de apoyo para colocar las grúas necesarias que garanticen una plataforma segura para los trabajadores, que han de cortar y bajar la pieza de unas 3 toneladas de peso...), que podrían alargarse por "unas pocas semanas", indicó la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, el colectivo transportista hace un primer balance.Por el momento, se mantiene el tráfico cortado en sentido Madrid-Valencia entre los kilómetros 242 y 255. Los chóferes que hacen la ruta han pasado de circular por la A-3 a la N-III, "es decir, unos 20 minutos más de trayecto y unos 4 kilómetros más de consumo de combustible", explicó Javier Gimeno, presidente de la asociación de autopatronos del transporte de contenedores en los puertos de la Comunidad Valenciana, Transcont CV.
Rotura de disco"Realmente lo más preocupante no es el consumo de gasoil sino la rotura de disco. El trayecto Valencia-Madrid supone normalmente unas cuatro horas y media, si ahora le tenemos que añadir unos 20/30 minutos por el desvío, se hace muy complicado poder hacer un viaje de ida y vuelta dentro de las 9 horas de conducción marcadas por la ley", comentó Gimeno, "habrá quien no llegue a descargar; que no llegue a casa y le toque hacer noche en Requena por ejemplo".Éste es el principal problema. "El gran daño es la demora en el viaje que puede hacer que no se cumplan con los horarios del tacógrafo", afirmó el presidente de la FVET. De hecho, para calcular las pérdidas del sector, la FVET se basa en esta circunstancia. "La valoración de las pérdidas diarias las sacamos de la producción que se deja de hacer porque se esté parado en ruta", detalló Francisco Corell, "para el precio por hora de trabajo nos basamos en la Ley de Transporte. En ella se establece que el coste de una hora de trabajo es de 35 euros, si entre jornadas de trabajo hay que parar 10 horas ya son 350 por transportista. Si son 2.000 los camiones que circulan por la A-3 a diario, el resultado nos da que se pierden unos 700.000 euros al día".Evidentemente, estas cifras son matizables porque "cada uno tiene una tarifa, unas condiciones y unos trayectos", opinó el presidente de los autónomos, "habrá quien pierda un viaje un día porque no haya podido descargar pero no todos pierden todos los días". Por su parte, ELTC (Asociación de Empresas de Logística y Transporte de Contenedores) se suma a lo indicado por la FVET, de la que son miembros, y reitera que la problemática a destacar es la ya explicada: "No llegar a destino dentro de las horas legales. El tema de los costes es muy difícil de determinar".Así todo, el sector transportista espera que los problemas en el puente se solventen lo antes posible. "Ya somos un colectivo muy golpeado por la crisis (menos trabajo, subida de combustible,etc.) y ésto no viene a ayudar", concluyó Francisco Corell.