Llácer y Navarro facturaba más de cien millones al año y con su liquidación se produce un gran interrogante sobre lo que va a pasar con la plantilla, unas 500 personas.La liquidación tanto de Llácer y Navarro como de Oliva Logística, a través de la cual la transportista ofrecía servicios de almacenaje y aduanas, ha sido certificada por el juzgado de lo Mercantil de Valencia.La compañía controlaba aproximadamente un millar de camiones, según aparece en la página web de la compañía, y transportaba alrededor de 1,5 millones de toneladas de mercancías al año. La firma ha estado operando hasta el último momento e intentando solventar sus problemas financieros. De hecho, el pasado mes de enero la firma anunciaba la adquisición de 39 nuevas tractoras para su flota.