El secretario de Infraestructuras y Movilidad, Isidre Gavín, manifestó que el Gobierno catalán "tiene el trabajo hecho: el Estado debe ser más ágil" y pidió el máximo de celeridad ya que "cuanto antes lo podamos aplicar, mejor". Gavín recordó el buen resultado que el desvío de tráfico tuvo en la N-II en las comarcas gerundenses y remarcó que en la N-340 y en la N-240 "las medidas ya hace tiempo que se acordaron y se harán efectivas lo antes posible".A principios de julio, el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ya anunció que había puesto en marcha los trámites para restringir la circulación de vehículos pesados en varios tramos de la N-340 y en la N-240, en las demarcaciones de Barcelona, Tarragona y Lleida, un anuncio que, como es habitual, causó rechazo entre las organizaciones del sector del transporte de mercancías por carretera.Los tramos afectados por las restricciones son, en la N-340, desde el límite con la provincia de Castellón, en Alcanar , hasta el PK 1.122 en l'Hospitalet de l'Infant; y desde el PK 1176,4 en Altafulla hasta el PK 1209,5 en Vilafranca del Penedès. Y en la N-240, desde el PK 69 en Les Borges Blanques hasta el PK 36,5 en Montblanc. "El objetivo de estas restricciones es contribuir a descongestionar y reducir la siniestralidad en estas carreteras y mejorar la movilidad, al menos, hasta que las características de las infraestructuras alcancen una mayor seguridad y fluidez vial", indican desde la Generalitat. Los desvíos se harán hacia las autopistas AP-2 y la AP-7, dado que constituyen una alternativa de mayor capacidad y mejor trazado. La implantación de estas medidas permitirá desviar entre 3.800 y 4.000 camiones diarios de la N-340 hacia la AP-7, lo que mejorará la seguridad y la fluidez en la carretera. Por otra parte, la medida permitirá sacar de la N-240 unos 1.400 vehículos pesados cada día.