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Reducción de emisiones: la carretera acelera

El transporte de mercancías por carretera mantiene un fuerte compromiso para reducir los gases contaminantes producidos por el sector, responsable de la producción del 25% de las emisiones a la atmósfera, según datos de la Unión Europea.

  • Última actualización
    11 mayo 2018 00:00

Conscientes de la responsabilidad que el sector tiene con el medio ambiente e impulsados por las normativas que desde la comunidad europea se fijan a los países miembros, los fabricantes de vehículos, cargadores, transportistas y las asociaciones del transporte en general aceleran ahora en ese proceso de reducción de gases contaminantes a través de la innovación tecnológica para cumplir los objetivos impuestos.

La estrategia de la Comisión Europea para la reducción de emisiones en el transporte por carretera parte de tres premisas. La primera de ellas, incrementar la eficiencia del sistema de transporte a través de las tecnologías digitales.

La segunda premisa, impulsar el desarrollo de formas de energía alternativas de baja emisión para el transporte, como biodiésel avanzado, electricidad, hidrógeno y combustibles sintéticos.Y la tercera premisa, impulsar el uso de vehículos de cero emisiones.

El compromiso de la Unión Europea es reducir las emisiones en los Estados miembros en un 30% en el año 2020 o conseguir reducirlas al menos un 20%.

Los gobiernos y autoridades locales, asegura la Comisión, tienen un papel crucial en el desarrollo de estas estrategias, desarrollando incentivos para las energías y vehículos alternativos de bajas emisiones y vehículos, que reduzcan a su vez la congestión y la polución en las ciudades.

En este sentido, asegura Jesús Póveda, responsable de Innovación y Proyectos del Centro de Innovación para la Logística y Transporte de Mercancías (CITET), las administraciones locales en el ámbito de Madrid “están teniendo un papel muy activo” apoyando soluciones para hacer un transporte cada vez más sostenible.

En España existen varios planes para la reducción de emisiones contaminantes. La ORDEN FOM/2219/2008, que ofrece subvenciones para la realización de estudios y acciones de difusión relacionados con el transporte y sus infraestructuras; y el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes 2005-2020 (PEIT). Este plan estimaba una reducción de 30 millones de toneladas de CO2 en el año 2020.

Para ello, el PEIT centraba su estrategia en dos ámbitos: la disminución de los impactos globales del transporte por un lado y la calidad ambiental en el entorno natural y urbano por otro. En este contexto de protección medioambiental, el PEIT marcaba dos objetivos parciales. El primero de ellos, determinar los factores sobre los que se puede incidir para reducir las emisiones en la fase de diseño de carreteras y durante la explotación de las mismas.

Son parámetros como el entorno, el tipo de carretera a diseñar, los accesos, la velocidad de proyecto, intensidades de tráfico y distribución de los tipos de vehículos.

El segundo objetivo marcado por el PEIT es estudiar la mayor o menor eficacia de las posibles medidas de reducción de emisiones contaminantes por medio de la realización de simulaciones.

Una de las razones, explican desde CITET, por las que el transporte de mercancías es una fuente muy relevante en términos de emisiones, es la antigüedad de la flota de las empresas transportistas, que no ha permitido aprovechar las mejores tecnológicas que se han venido implementando a los motores de combustión tradicional.

Constituye por tanto, asegura CITET, un sector donde se pueden aplicar medidas específicas con un beneficio muy elevado.

Por ello, afirma el centro de innovación, “es preciso trabajar en medidas que fomenten el rejuvenecimiento del parque, así como la penetración de las nuevas tecnologías alternativas”.