Según detallaron ayer en Madrid los responsables del bufete, Francisco Caamaño y Miguel Caamaño, en estos momentos CCS ya aglutina los intereses de 4.300 empresas de transporte con un total de 30.000 camiones afectados por el cártel.Como quiera que CCS va a presentar demandas contra cada una de las marcas implicadas, el total de las demandas ahora mismo se estima en 6.000, siempre sin contar con los camiones de Scania, cuya implicación quedó certificada mucho más tarde.Para la presentación de dichas demandas CCS sólo está a la espera de terminar de pulir con la mayor exhaustividad posible el método pericial que determine el cálculo exacto del sobrecoste generado por el cártel en cada vehículo. Desde CCS se considera fundamental para el éxito de las demandas la perfecta afinación de esta pericial que se aplicará de forma individual a cada camión y será defendida por peritos de CCS en cada juzgado de España.El bufete calcula que aproximadamente el sobrecoste medio rondará el 12,5% del precio del vehículo, a lo que habrá que añadir los intereses.CCS adelantó ayer que las primeras sentencias contra el cártel de camiones en España se producirán a lo largo de 2018, si bien pertenecerán a empresas y bufetes ajenos a CCS.Desde el bufete se puso ayer en valor la importancia de la primera sentencia contra el cártel que se ha conocido en Europa, perteneciente a un tribunal alemán de Hannover.Según expuso ayer Francisco Caamaño, es clave cómo este tribunal alemán rechaza varios argumentos de los fabricantes relevantes, al tiempo que les afea la negativa predisposición a negociar. Se prevén nuevas sentencias en las próximas semanas también en Holanda, así como en Alemania (Berlín y Dusseldorf) donde el propio ejército ha presentado una reclamación por 10.000 vehículos. Si en estas sentencias se sigue censurando la negativa de los fabricantes a negociar, estos podrían cambiar de actitud situando el proceso en otra dimensión, señaló Caamaño, quien recordó que en tal caso cada transportista seguirá teniendo la última palabra.