La primera pregunta es casi obligada tras un año marcado por la pandemia. ¿Qué balance hace FROET de 2020?
En general ha sido muy complicado. La primera fase de la pandemia supuso un mazazo. Hubo sectores, como los portavehículos, cisternas o paquetería industrial, que tuvieron que paralizar o reducir al mínimo su actividad y se vieron obligados a solicitar ERTEs. Otros, como el transporte frigorífico, no pararon. De hecho, el de alimentación, en las primeras semanas de la pandemia, aumentó considerablemente su trabajo.
A pesar de ese aumento de actividad, las empresas de transporte sufrieron un grave problema con los retornos, ya que al caer la demanda interna se veían obligadas, sobre todo en transporte internacional, a volver en vacío. No en todos los casos fue posible cobrar un suplemento en los precios pactados para compensar el recorrido de los kilómetros realizados en vacío.
¿En qué condiciones trabajaron los profesionales del transporte en esas semanas?
Tuvimos problemas graves, como la falta de mascarillas, el cierre de los restaurantes de las áreas de servicio y carreteras, sin poder disponer ni siquiera de aseos ni en los centros de carga. Fue lamentable.
¿Ha cambiado ahora en algo esta situación, tras las sucesivas oleadas de la pandemia sanitaria?
Se están cometiendo los mismos errores, pero con la delegación de las facultades de gestión de la pandemia en las comunidades autónomas, por lo que la descoordinación es el principal problema. Antes teníamos un único interlocutor. Ahora tenemos diecisiete y esto se ha convertido en un caos. Unas comunidades autónomas abren los restaurantes de carretera para la atención exclusiva de los conductores profesionales y otras no, y no existe forma de que se pongan de acuerdo.
Con todo este panorama, ¿cuáles son los retos más inmediatos para las empresas de transporte de Murcia?
Los mismos que el resto de las empresas de transporte de España. Trabajar sufriendo esta pandemia es bastante más complicado por la enorme incertidumbre. Hasta que la situación no se normalice, no se piensa en otra cosa. Se han paralizado proyectos. La morosidad y la quiebra de muchos de nuestros clientes ya están afectando a las empresas de transporte.
Analicemos entonces esos problemas. Uno de ellos es su relación con la Administración Central. Desde hace meses tanto FROET como el resto de asociaciones acusan al Gobierno de haberles dado la espalda.
El Gobierno de España no se ha preocupado por los problemas del sector. Esto dio lugar a que, tras años realizando una serie de reivindicaciones que creemos justas, tuviésemos que plantear un paro nacional, que se desconvocó al firmar el Gobierno un compromiso para tratar de resolver los problemas planteados. Hasta ahora no hemos conseguido nada después de bastantes reuniones. El Gobierno ha demostrado que no quiere implicarse en nuestros problemas y la situación cada vez es más tensa.
“Antes teníamos un único interlocutor al que plantearle los problemas. Ahora tenemos diecisiete y esto se ha convertido en un caos”
Pérezcarro advierte de que la crisis de algunas empresas exportadoras comienza a repercutir en el transporte.
Otro de sus caballos de batalla es la carga y descarga de los camiones por parte de los conductores.
Lo han reconocido los propios cargadores. La carga y descarga por parte del conductor les cuesta 2.000 millones de euros anuales que tiene que soportar el sector del transporte. A esto hay que añadir la siniestralidad laboral, ya que los accidentes con baja, exclusivamente por realizar tareas de carga y descarga, han pasado de 1.436 en 2011 a 2.063 en 2019, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
¿Qué rol debe jugar el Gobierno en este caso?
Regular la carga y descarga por parte de los conductores prohibiéndola en determinados casos es algo que se debe de afrontar, y el Gobierno, de momento, no está dispuesto, probablemente influenciado por la presión de los cargadores. Pero los datos lo dicen todo y el sector de la carretera no se va a rendir. Es algo prioritario.
Ha mencionado antes los viajes de retorno en vacío. En mayo, FROET hizo un llamamiento a cargadores y administraciones para reducir ese impacto.
Ahora, si bien la situación no es la misma que durante el estado de alarma, la atonía de la demanda interna va a seguir produciendo estos desequilibrios.
La implantación de las 44 toneladas o el pago por los servicios del transporte dentro de los plazos siguen siendo también cuestiones crónicas.
Las 44 toneladas no es una medida que estén solicitando los cargadores porque les afecte de manera general. Se ciñe a un grupo concreto que tiene mucho peso en el “lobby” de cargadores, pero no es una demanda generalizada.
Ellos aumentan su competitividad, pero a costa del transportista. En otros países como Alemania, por ejemplo, la industria del automóvil o la gran distribución es más importante que en España y, sin embargo, allí solo se permite circular con 40 toneladas y con una altura de cuatro metros. Quizás los cargadores tengan que buscar la competitividad en la mejora de sus procesos internos y no que la tenga que pagar el sector del transporte.
Con el pago de los servicios ocurre lo mismo. Nuestros clientes alemanes y de otros países de la UE pagan a los quince días. En ambos casos es una posición de abuso de la parte más fuerte, el cargador, sobre la más débil, el transportista, y esto debe regularse para poder establecer un equilibrio que sea razonable.
“La Autopista del Mar Cartagena-Francia es beneficiosa desde cualquier punto de vista”¿Qué valoración hace de la autopista del mar Cartagena-Francia?Es algo que venimos demandando desde hace más de 15 años y que la autoridad portuaria ha venido peleando con nosotros. En un primer momento no hubo ninguna naviera que estuviese interesada, fundamentalmente porque es complicado que el barco regrese también cargado, ya que Murcia no es una región importadora y el precio del flete no hacía competitivo el servicio para la carretera. Ahora se ha encontrado una naviera que no tiene ese problema y en cuanto se ha puesto en marcha, la capacidad del barco se ha visto insuficiente.¿Qué beneficios concretos tiene para el transporte murciano?Este tipo de servicio nos hace ganar un día más de conducción y este tiempo se considera descanso para el conductor. Ello le permite que pueda realizar el descanso semanal en su casa y que la rotación del vehículo sea mayor, incrementando la productividad. Además, ayuda a reducir la huella de carbono. Este tipo de servicio es beneficioso bajo cualquier punto de vista. En casos como este, únicamente hay que encontrar el equilibrio entre los intereses del naviero y los del transportista por carretera.
De izquierda a derecha: Pedro Díaz, presidente de FROET; Esther Clavero, alcaldesa de Molina de Segura; Manuel Pérezcarro, secretario general de FROET, y José de Haro, concejal de Promoción y Estrategia Económica de Molina de Segura. FROET: “Hemos crecido durante la pandemia debido a nuestra actitud ”¿Cómo ha influido la pandemia a nivel interno en la federación?Hemos crecido en número de asociados, debido, fundamentalmente, a la actitud demostrada por parte de FROET durante toda la pandemia, tratando de resolver cada problema que se planteó, como la adquisición de mascarillas, la apertura de restaurantes y aseos de carretera, retrasos en las descargas, etc., así como de mantener perfectamente informados a los transportistas.La Ciudad del Transporte es uno de los proyectos más significativos de FROET. ¿En qué momento se encuentra?El proyecto de la ampliación de la Ciudad del Transporte de Molina de Segura, de propiedad municipal pero que gestiona FROET, y en la que invertiremos 800.000 euros, consiste en la ampliación del aparcamiento de camiones en 15.000 metros cuadrados, la ampliación de la nave-taller y lavadero, la ampliación y reforma del restaurante y la creación de un servicio para las tripulaciones dotando las actuales instalaciones de un salón de descanso, mejoras en los aseos y duchas, zona de lavandería y gimnasio. La aceptación por parte del Ayuntamiento de Molina ha sido muy buena. Resta por resolver determinados problemas de índole urbanística que esperamos se solucionen en breve y podamos contar con estas mejoras a lo largo de este año o, como máximo, al año que viene.
Brexit: “Nuestros vehículos sufren paralizaciones por falta de documentación”¿Cómo se prepararon las empresas murcianas para afrontar el Brexit?Como el acuerdo no se firmó hasta el último momento, la incertidumbre fue lo más relevante. Las empresas se preocuparon de estar bien informadas y nosotros desde FROET transmitimos toda la información que podíamos conseguir, tanto del Reino Unido como del Gobierno de España.¿Qué balance hace de estas primeras semanas?Hemos detectado falta de información de muchos clientes que no habían exportado nunca a terceros países. Ahora hay formalidades aduaneras que antes no existían y que son responsabilidad del exportador. Algunos creían que las debía realizar el transportista y en muchos casos nos han exigido documentación que les compete a ellos.¿Hay dificultades para acceder a tierras británicas?Por el momento no estamos encontrando ninguna. Reino Unido ha establecido un período de transición de seis meses en los que están siendo muy flexibles. Las dificultades están surgiendo en las importaciones que se realizan desde tierras británicas. Los despachos de aduana están haciendo que nuestros vehículos sufran paralizaciones importantes por falta de documentación del exportador británico.Muchos operadores denuncian que estos trámites, sobre todo los aduaneros, merman la rentabilidad de los viajes.Los transportistas que regresan de vacío no pueden realizar cabotaje en Francia, por lo es complicado sacar rentabilidad. Esta rentabilidad la deberá soportar nuestro cliente y hará que los productos sean más caros y menos competitivos.Una buena noticia: los controles fitosanitarios previstos para el 1 de abril se retrasan dos años.Es la mejor noticia. Las aduanas no están preparadas para esta contingencia y estábamos viendo que se iba a producir un colapso importante, con un coste adicional enorme para las empresas de transporte y también para las exportadoras.