MADRID. ASTIC (Asociación del Transporte Internacional por Carretera) ha señalado que cinco años después del Brexit, las exportaciones españolas al Reino Unido han crecido más del 25%. Las empresas han sabido adaptarse perfectamente a las nuevas “reglas del juego” que representa el Brexit y al fuerte desequilibrio logístico entre las cargas de ida y la escasez de retornos que caracterizan estas rutas. No en vano, el superávit comercial es favorable a España en más de 12.500 millones de euros.
En 2019 el valor de nuestras exportaciones al país británico se situó en cerca de 19.000 millones de euros; un año después este valor bajó a poco más de 16.000 millones; en 2021 -el 1 de enero de este año concluye el periodo de transición del Brexit- nuestras exportaciones superaron los 16.800 millones de euros.
En 2022 este valor creció por encima de los 22.000 millones y en 2023 superó los 24.000 millones. El Informe Anual de Comercio Exterior 2024 (COMEX) aún no está disponible, pero las previsiones de la patronal del transporte internacional por carretera apuntan a que se alcanzará una cifra muy similar a la del año anterior.
Reino Unido continúa siendo un mercado clave para nuestras exportaciones de bienes, situándose como el quinto destino receptor de nuestras mercancías en 2023 (6% del total), por detrás de Francia (16%), Alemania (11 %), Italia (9 %) y Portugal (9 %).
Según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España, las principales categorías de mercancías exportadas al Reino Unido son alimentación, bebidas y tabaco; seguida del sector del automóvil (tanto vehículos como componentes); y productos químicos (orgánicos, farmacéuticos y otros).
“Un lustro después del Brexit, el Reino Unido continúa siendo estratégico para nuestro comercio gracias, entre otros factores, a la resiliencia, competitividad, experiencia y conocimiento especializado de las empresas que componen nuestra cadena de suministro. Compañías que ayudan a posicionar nuestras mercancías en el país británico y que han sabido adaptarse con éxito a la nueva realidad, incluyendo nuestras empresas transportistas, una pieza imprescindible teniendo en cuenta el tránsito semanal aproximado de 9.000 viajes de camiones españoles a tierras británicas”, explica Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC.
“Tras unos comienzos difíciles, marcados por el alto nivel de desconcierto e incertidumbre y agravados por la irrupción del Covid, que provocaron un incremento significativo de los trayectos en vacío y nuevas normativas administrativas que elevaron los costes operativos, llevando incluso a algunas empresas transportistas a abandonar las rutas hacia el Reino Unido, el transporte de mercancías por carretera entre ambos países comenzó a estabilizarse”, agrega Valdivia, miembro del Comité Ejecutivo de Presidencia de la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU).