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Los ecocombustibles: ¿Realidad o ficción en el transporte por carretera?

  • Última actualización
    27 julio 2022 08:58

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Otra de las principales problemáticas a las que se enfrenta el sector del transporte de mercancías por carretera es a la renovación de las flotas.

Desde Europa y en España se han aprobado diferentes programas para conseguir emisiones cero para 2050 y neutralidad climática para 2030. En concreto, en el marco del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea lanzó el pasado 14 de julio de 2021 lo que se ha denominado “Objetivo 55” (en inglés “Fit for 55”), un ambicioso paquete de normativas para lograr una reducción de las emisiones de CO2 en el continente del 55% antes de 2030 y con respecto a 2019.

Transporte por carretera seguro, sostenible y conectado

La cuarta línea de la convocatoria de ayudas por 460 millones de euros para la digitalización y descarbonización del transporte que publicó el MITMA en el BOE el 29 de abril, incluido en el Componente 6 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y financiada con cargo a los fondos europeos Next Generation, cuenta con 56,5 millones de euros de presupuesto. Entre las cuatro medidas de esta línea, destaca la M9 de “Acciones de apoyo a la implantación de la infraestructura de reabastecimiento de combustibles alternativos para vehículos pesados en la red de carreteras”, para la cual se destinan tres millones de euros); y la M10 de “Acciones de apoyo a la renovación o adecuación de medios y maquinaria para conseguir pavimentos sostenibles: disminución de huella de carbono y sonorreductores”, para la cual el Gobierno destina 8,5 millones de euros.

La clave es que estos objetivos ya no son aspiraciones ni ambiciones, sino obligaciones establecidas en la primera Ley Europea del Clima, que crea nuevas oportunidades para la innovación, la inversión y el empleo, según la Comisión Europea. Hay que destacar que el transporte es un eje esencial en el nuevo paquete “Objetivo 55”, ya que hablamos de un sector responsable del 29% de las emisiones globales, de ahí la focalización en el mismo y que sea esencial para conseguir los objetivos propuestos.

La primera gran propuesta es la creación de un nuevo Fondo Social para el Clima, que contribuirá a mitigar los costes para los colectivos más expuestos al aumento de los precios de los combustibles fósiles durante la transición energética. ¿De dónde saldrá el dinero de ese fondo? Del nuevo comercio de derechos de emisión que se propone para el sector del transporte por carretera, que se empezará a aplicar a partir de 2026.

Ante estos objetivos medioambientales, los transportistas se enfrentan al reto de renovar sus camiones y/o furgonetas de manera inminente sin contar con los recursos para ello. Como ya es sabido, el 80% de las empresas de transporte por carretera son pequeñas o pertenecen a autónomos, por lo que su capacidad de inversión es reducida, una problemática que entra en conflicto con la urgencia de proteger el medio ambiente.

El vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), Ramón Valdivia, y el secretario general de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), José M. Quijano, apuntan que el principal problema de la transición energética es la incertidumbre en las inversiones y señalaron la necesidad de que todos los países europeos cuenten con la misma normativa, con el objetivo de proteger las exportaciones que se realizan desde España.

Por ello, diferentes voces han solicitado al Gobierno y a Europa que se contemplen los ecocombustibles como solución neutral hasta disponer de las infraestructuras y los recursos necesarios para electrificar las flotas o hasta que el hidrógeno verde sea una realidad.

¿Cómo funcionan los ecocombustibles?

Cuando los biocombustibles se queman en un motor de combustión se libera dióxido de carbono a la atmosfera. Este es absorbido de nuevo por las plantas, que lo transformarán en biomasa, siendo el balance neto de CO2 en este proceso cero. Esto significa que, aunque la generación de emisiones continúe, no se agregarán nuevas a la atmósfera.

¿Qué son los ecocombustibles?

En un contexto de proliferación de políticas para reducir el porcentaje de emisiones de CO2 y alcanzar la neutralidad climática, el transporte, responsable en 2019 del 29% de estas a nivel mundial en términos de CO2 equivalente, se enfrenta al reto de las energías alternativas, que implican fuertes inversiones en nuevos vehículos y en nuevas redes de distribución, siempre con la incertidumbre de garantizar las potencias adecuadas para cada tipo de transporte. En este contexto existe una fuerte corriente que defiende la producción y consumo creciente de biocombustibles, combustibles obtenidos mediante el tratamiento físico o químico de biomasa o de residuos orgánicos.

En julio de 2021 se configuró la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles, formada por 28 asociaciones “para defender e impulsar el uso de esta alternativa dentro de las políticas de movilidad y generación de energía, desde el respeto a la neutralidad tecnológica y el apoyo al desarrollo industrial y a la competitividad en España”.

Esta Plataforma defiende la utilidad de estos combustibles líquidos bajos en carbono, ya que permiten alcanzar los objetivos de neutralidad climática al prescindir el petróleo para la generación del carbono y el hidrógeno, dos elementos químicos necesarios para que el motor de combustión interna funcione.

En su lugar, los ecocombustibles emplean residuos agrícolas, forestales y urbanos, así como CO2 capturado e hidrógeno renovable. De esta forma, se genera un proceso de economía circular que hace que los ecocombustibles sean neutros en emisiones y, por tanto, positivos para el medio ambiente.

En este sentido, desde la Plataforma se pone de manifiesto que esta es la única alternativa real a los combustibles tradicionales, puesto que la tracción eléctrica no se va a implementar de manera consistente hasta el medio o largo plazo y supone una inversión de gran envergadura para empresas y ciudadanos. “Que la movilidad se restrinja a una sola energía, prohibiendo el motor de combustión, impactará económicamente y en el derecho a la movilidad de la ciudadanía, en especial de las rentas más bajas”, apuntan.

En esta línea, “los ecocombustibles se configuran como motor de la economía y como garantía del suministro”, al preservar los puestos de trabajo de la industria petrolífera y al poder obtener las materias primas necesarias en España o en Europa, reduciendo así la dependencia energética de terceros.

$!Los ecocombustibles: ¿Realidad o ficción en el transporte por carretera?

Una realidad

Actualmente, los biocombustibles ya están presentes en los carburantes convencionales. Concretamente, tienen una penetración del 10% sobre el total de las ventas de combustibles, según explican desde la Plataforma para los Ecocombustibles. Los biocombustibles garantizan el mantenimiento de las actuales motorizaciones de vehículos por lo que se logra una apuesta por la sostenibilidad más “sostenible”, permitiendo a los transportistas preservar su flota y, a su vez, proteger el medio ambiente. Para 2030 se quiere alcanzar una cuota mínima de energía renovable en el transporte del 28% y en este objetivo la relevancia de los biocombustibles para el ámbito de la movilidad es notable.

Los ecocombustibles prescinden del petróleo para la generación del carbono y el hidrógeno y, en su lugar, emplean residuos agrícolas, forestales y urbanos, así como CO2 capturado e hidrógeno renovable.