“Nuestra principal actividad es dar servicio a la actividad turística vinculada a las islas Baleares, y al no existir ésta apenas, nos hemos hecho fuertes en otros sectores”, señala el gerente de la empresa, Lluis Moll, en una entrevista a este Diario.
De este modo, Mascaró Morera está apostando por servicios de transporte de carga convencional, lonas y reciclaje, entre otros; además de seguir potenciando su principal servicio, la carga refrigerada.
Buenas perspectivas
El principal reto de la compañía es, en estos momentos, “poder adaptarnos a una situación totalmente nueva y, sobre todo, incierta en la que es muy difícil saber el rumbo que tomará la logística”, apunta Lluis Moll.
“Hemos entrado en sectores que eran totalmente nuevos para nosotros, y somos optimistas”
No obstante, las perspectivas no son malas, “hemos entrado en sectores que eran totalmente nuevos para nosotros, y somos optimistas, más teniendo en cuenta que, por nuestro tamaño, somos muy ágiles en la toma de decisiones y en los cambios de rumbo, si son precisos”, agrega.
De hecho, a pesar de que la actividad de la empresa depende mucho de la temporada turística de Baleares, por ahora inexistente, “en estos momentos estamos en niveles similares a los de antes de la pandemia”, afirma el gerente de Mascaró Morera.
2020: en positivo
Un año después de que se desatara la pandemia y tras los esfuerzos realizados, el balance de la compañía “es positivo”.
“Hemos intentado que nuestros clientes no notaran ningún cambio, ni en cantidad, ni en calidad de servicio”
EL DATO
Seguir invirtiendoMascaró Morera apuesta por seguir invirtiendo en infraestructura. Tras inaugurar su delegación de Alicante el pasado año, la empresa está inmersa en un proceso de renovación de su flota, tras adquirir “nuevos vehículos para sustituir los más antiguos”.
Por otra parte, la compañía apuesta también por invertir en la digitalización de procesos, con el objetivo de eliminar papel, “aunque nos está resultando realmente difícil en el caso del transporte refrigerado, que aún requiere de la entrega de albarán”.
Mascaró Morera cerró el año 2020 con 18 millones de euros de facturación y un resultado positivo de aproximadamente 0,3 millones de euros, frente a los 19,7 millones de euros que facturó en 2019. La diferencia, por tanto, es de un 0,8% menos. “Dentro de la desgracia, estamos contentos, por haber sabido adaptarnos a las condiciones adversas que se han presentado”, apunta Lluis Moll.
Por otra parte, Moll destaca el empeño de la compañía en mantener el contacto y el compromiso con sus clientes. “Hemos intentado que nuestros clientes no notaran ningún cambio, ni en cantidad, ni en calidad de servicio”, concluye.
Más de 30 años al servicio del sector
Lluis Moll, gerente de Mascaró Morera. La trayectoria de Mascaró Morera se remonta a 1989, cuando Bernardo Mascaró Morera y Lluís Moll Cardona fundaron la sociedad Transports Comercials de Menorca, en Menorca.
Posteriormente, en 1995 Transports Comercials absorbió la empresa Transports Frigorífics de Menorca, iniciando así el transporte entre las islas de Mallorca y Menorca de forma diaria.
En abril del año 2000 se inauguran las nuevas instalaciones en Alaior (Menorca) bajo el nombre de Mascaró Morera, edificio dotado de cámaras frigoríficas con zona de carga y descarga, manipulación y temperatura controlada.
Actualmente, la compañía cuenta con delegaciones en Mallorca, Ibiza, Barcelona, Valencia, Alicante y Madrid; y con corresponsales en toda España. Su flota está compuesta por unas 70 máquinas tractoras, 90 remolques y 80 vehículos de distribución.
Entre sus servicios destaca el transporte y distribución para carga general, refrigerada y congelada, además del transporte tanto de cargas fraccionadas como completas para islas y península.