MADRID. Moeve continúa ampliando su oferta de recarga eléctrica para facilitar la movilidad sostenible tanto al cliente particular como profesional. En este sentido, la compañía ha cerrado alianzas con operadores para que sus clientes puedan acceder a más de 90.000 puntos de recarga en Europa, 7.500 de ellos en España.
La compañía puede ofrecer estas conexiones gracias a los acuerdos de interoperabilidad entre redes, uniendo así los principales corredores europeos en países como Francia, Portugal, Alemania, España, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Italia o Polonia. En el conjunto de esta red están incluidos 13.500 puntos de carga ultrarrápida.
Los clientes de Moeve pueden acceder con estos acuerdos a una amplia red de recarga, localizar fácilmente los puntos de conexión, consultar sus tarifas y pagar tras la carga desde la aplicación o con la tarjeta RFID. Esta tarjeta permite al usuario identificarse desde un lector para hacer uso del cargador de forma rápida y segura, sin necesidad de emplear otro dispositivo o método de pago.
La compatibilidad con los operadores de carga eléctrica asociados en la red, entre los que están Emovili, EnBW, Endesa, Ionity, Powerdot, Total Energies o Zunder, permite el acceso a puntos tanto en estaciones de servicio como en aparcamientos, vía pública, supermercados y otras ubicaciones.
“Desde Moeve, junto con nuestros socios, ofrecemos a los conductores de vehículos eléctricos una solución cada vez más global, que cubre sus necesidades de recarga tanto en ciudad como en carretera, haciendo así realmente posible la movilidad eléctrica. Mediante el acceso a nuestra red interoperable, el cliente puede encontrar de manera ágil el punto más cercano y realizar un pago seguro”, afirmó Isabel Gorgoso, directora de New Mobility de Moeve.
Moeve avanza en su objetivo de liderar la movilidad sostenible en España y Portugal, de acuerdo con su estrategia de transformación Positive Motion, y ya cuenta con más de 200 puntos de carga ultrarrápidos operativos en sus estaciones.
Los cargadores ultrarrápidos (de al menos 150kW) permiten recargar el 80% de la batería de los coches eléctricos en 10-20 minutos -en función del tipo de vehículo-, un tiempo próximo al del repostaje de uno de combustión.