Así lo expresó el pasado viernes Ruggero Mughini, director general para España y Portugal de Iveco, durante su intervención en la Asamblea General Anual de ASTIC, en la que analizó cómo se está enfrentando la industria de la automoción a los retos de la descarbonización.
Para Mughini, “es una obligación reducir emisiones, pero mientras tanto no podemos olvidar la rentabilidad de las empresas de transporte”, de ahí la necesidad de que las nuevas tecnologías vayan creciendo en un mercado donde la convivencia será alta.
“No existirá una única tecnología, todas van a coexistir”, subrayó Mughini, quien subrayó que el transporte por carretera tendrá un “futuro multienergía” donde convivirán el GNC, el GNL, el biometano, las motorizaciones híbridas, la electricidad y el hidrógeno.
Según Ruggero Mughini, mientras que la motorización con diésel tradicional y con gas natural o biometano estará en todos los nichos de mercado, desde la larga distancia hasta la distribución urbana, la motorización eléctrica no se prevé que vaya más allá de la distribución regional, mientras que el nicho del hidrógeno será la larga distancia y la distribución regional.
El 54% del mercado de nueva construcción serán vehículos de larga distancia, unos 160.000 al año, con motorización de hidrógeno o diésel, mientras que la distribución regional se situará en el 23% (70.000 unidades/año) con motorización eléctrica, GNL o biometano.
Lo mismo que en el caso de la distribución urbana, con 25.000 unidades/año y un 8% del mercado.
Hay que destacar que Iveco sigue en este momento desarrollando su primer vehículo pesado con motorización 100% eléctrica, al tiempo que confía en lanzar su primer prototipo con pila de hidrógeno de cara a 2023.
En 2030, 240.000 camiones de los que se incorporen seguirán siendo tradicionales. Sólo el 20% de los vehículos nuevos en 2030 serán cero emisionesLos objetivos de descarbonización marcados para el transporte de mercancías por carretera en Europa establecen una reducción de las emisiones de CO2 para el año 2025 del 15% y para el año 2030 del 30%.
Según Ruggero Mughini, director de Iveco para España y Portugal, esto supondrá que, de los 300.000 vehículos pesados que al año se incorporan al mercado en Europa, para cumplir el objetivo el 8-10% de la flota de más de 16 toneladas incorporada de cara a 2025 deberá ser cero emisiones y de cara a 2030 el 20% de la flota. Esto implicará unos 24.000/30.000 camiones en 2025 y de cara a 2030 incorporar anualmente unos 60.000 camiones.
De esta forma, en 2030 se seguirán incorporando a la flota unos 240.000 camiones al año de motorizaciones similares a las actuales, lo que pone de manifiesto las dificultades para implementar la descarbonización plena en el transporte por carretera, toda vez que muchas de las tecnologías del futuro aún no se comercializan.